Tras la derrota de la batalla por Malvinas del 14 de junio de 1982, estos acuerdos significan la rendición de los sucesivos gobiernos ante la prepotencia colonialista británica. Negociados por Caputo-Alfonsín, firmados en 1989 por Cavallo-Menem fueron mantenidos luego por los sucesivos gobiernos. Así nos impusieron la fórmula del “paraguas de soberanía” y luego el control de policía por parte del Reino Unido sobre los sistemas de defensa argentinos y la supervisión de todos los movimientos y compras de nuestras fuerzas armadas. La Argentina tiene derecho a denunciar estos Acuerdos, como está previsto en uno de sus artículos. Su persistencia es perjudicial para los intereses soberanos de la nación. Ahora Macri alabó la reunión que tuvo con el primer ministro inglés, hizo referencia al “paraguas” y refirmó que la cuestión de la soberanía no está ni estará en discusión.
06 de abril de 2016