Regalo 1: Las aceiteras le compran la soja al chacarero descontándole el 41% por retenciones (nivel actual por la baja del precio internacional). Cuando venden el aceite, pagan retenciones del 37%, es decir, que esa diferencia del 4% es un subsidio del gobierno a las aceiteras.
Regalo 2: Las aceiteras y cerealeras, avisadas por el gobierno, presentaron formularios de exportaciones por varios millones de toneladas de granos antes del aumento de las retenciones. Ahora compran a los chacareros descontándoles el 41% por retenciones, y le pagarán al Estado el 35% (que era el nivel de retenciones de cuando presentaron los formularios). Lo mismo ocurre con el trigo y los grandes molinos, y con la carne y los frigoríficos exportadores.
Regalo 3: El gobierno otorgó subsidios de $ 282 millones a las aceiteras, para que la botella de litro y medio llegue al consumidor a $ 6,30, pero en los supermercados está entre $ 7,50 y $ 9. El gobierno lo sabe y no hace nada.
Regalo 4: A las empresas avícolas, que hace 4 años que pagan el mismo precio a los productores, el gobierno los sigue subsidiando, ahora con $ 250 millones, y $ 30 millones a los supermercados, para “mantener el precio oficial” de $ 4,50, pero llegó a estar en los supermercados a $ 12 el kilo y no baja de $ 6.
Regalo 5: Los grandes frigoríficos, que le pagan $ 3,50 al productor, reciben subsidios por los que deberían garantizar asado al consumidor a $ 10, pero está en los supermercados a $ 17. La nalga para milanesas que debería estar a $ 10,90, se vende a $ 17 y hasta $ 20.
A los tamberos les pagan el litro de leche $ 0,80, y llega a más de $ 3 al consumidor. Además, el productor recibe por un kilo de trigo $ 0,62, con el que se fabrica 1 kilo de pan, por el que en la panadería se paga $ 4,50 o $ 5.
02 de octubre de 2010