Frente a la mayor caída de la producción de vehículos de pasajeros en la industria del automotor –de un 48% en el primer semestre de 2014 en relación a lo producido en el primer semestre de 2013–, la presidenta Cristina Fernández anunciò una línea de créditos para facilitar la venta de 3.300 colectivos de corta distancia a lo largo de doce meses. La misma se ofrecerá a través del Banco Nación y el Ministerio de Industria, a 5 años con una tasa subsidiada del 4% y financiamiento máximo del 70% del valor de la unidad.
Para medir el impacto que puede tener este anuncio sobre ese sector de la industria, y de la metalmecánica que la acompaña, reducida por la caída de las ventas internas y de las exportaciones a Brasil, se estima que su producción será algo más de 650.000 vehículos automotores para el total del año, de los que el crédito anunciado para 3.330 cubrirá sólo 5 meses (los restantes, hasta 12 meses, llegan a julio de 2015).
La otra medida anunciada es una expansión del Programa de Recuperación Productiva (RePro), un subsidio parcial a salarios del sector privado, que se llevarán de $1.500 a $2.000. Junto a esto se ampliará el monto que reciben los jóvenes del plan Progresar que realizan pasantías en las fábricas a $2.000, y el estímulo de subirlo a $2.700 si la empresa decide contratar alguno de esos pasantes. Estos anuncios destinados a conservar empleos, aparte de limitados por el contexto recesivo para las empresas, resultan también sumamente escasos por el monto asignado: la Presidenta dijo que en total serán $3.000 millones, frente a un gasto nacional que supera los $900.000 millones en el año.
