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21 de agosto de 2019

Crónicas proletarias 356

Los comunistas en los frigoríficos

Venimos contando cómo el Partido Comunista, a mediados de la década de 1920, da una pelea por la construcción de organismos partidarios en los lugares de trabajo, las llamadas “células”, y su relación con la organización sindical. Es en este período que se multiplican los delegados de sección y las comisiones internas en muchas fábricas, con los matices de acuerdo a qué corriente predominara en el lugar de trabajo, si socialista, anarquistas, comunistas o sindicalistas.

Un ejemplo particular fue el de los obreros de la carne. Uno de sus máximos dirigentes de esos años, José Peter, en un folleto titulado Historia y luchas de los obreros de la carne (Editorial Anteo, 1947), rememora los intentos de organización en los frigoríficos de Avellaneda, Berisso y Zárate, hacia 1928. Cuenta Peter que “desde 1922 a 1927 no hubo en los frigoríficos, prácticamente, organización sindical de los trabajadores”. Que ese año, los obreros de la carne se conmovieron con el ajusticiamiento de Sacco y Vanzetti: “Los trabajadores de los frigoríficos –como el resto del proletariado- salieron a la calle para rugir su protesta contra el crimen”, y a partir de ahí comienza un proceso de reorganización.

Recuerda el dirigente de los obreros de la carne que hacia 1928 hubo una serie de luchas, fuertemente reprimidas. “Los que actuamos en esa oportunidad, hicimos todo lo posible por recoger las enseñanzas y experiencia de luchas pasadas… Para ello tuvimos en cuenta dos aspectos fundamentales: 1) defensa activa y permanente de las más sentidas reivindicaciones de los obreros, por insignificantes que parecieran; 2) indefectible consecuencia en la formación de grupos sindicales para cada sección”, y agrega Peter que “Éste fue, sin duda, el factor decisivo para que, desde 1928 hasta la fecha, la organización sindical de los obreros de los frigoríficos haya sido imbatible y lo sea para el futuro… Los primeros grupos sindicales –reducidos en número, pero integrados por los mejores obreros de cada sección de trabajo- estuvieron alerta en todo momento para la lucha por esas reivindicaciones. Esto fue tenido en buena cuenta por los obreros, que veían en ellos los consecuentes defensores de sus legítimas esperanzas y necesidades”, dice Peter.

Así, combinando el trabajo estrictamente clandestino en los frigoríficos, sección por sección, con la formación de clubes sociales y deportivos, y una propaganda basada en los boletines de empresa, se formó la Federación Obrera de la Industria de la Carne, promotora de grandes luchas en la década de 1930.

Hoy N° 1779 21/08/2019