"El bolchevique es un revolucionario. Pone por encima de todo, los intereses de la revolución, los de la clase. de su partido. Si se negaba a declarar durante el interrogatorio para ser útil así a su partido, en el curso del proceso judicial, por el contrario, hacía de la audiencia una tributaria /…/ Aunque las vistas a puerta cerrada eran de rigor en los procesos políticos /…/ estod discursos formaban un excelente material de agitación y sirvieron durante mucho tiempo para educar a generaciones de revolucionarios". O. Piantnitsky: Rompiendo la noche. Edic. Pavlov. México. Pág. 303.