El no inicio de clases con 72 horas de paro y la movilización a Plaza de Mayo, junto a las numerosas acciones distritales y a las asambleas con las comunidades educativas, en las cuales obtuvimos el apoyo de las familias, obligaron a María Eugenia Vidal a una mejora en la paritaria. Nuestra lucha la obligó a modificar su estrategia dilatoria, que aplicó durante todo el 2018.
A la vez, demostró que el gobierno tiene los fondos necesarios para superar la magra oferta inicial.
En este marco se han visto obligados a proponer una cláusula gatillo y a mejorar un mecanismo de recomposición del salario perdido el año pasado.
En un marco de ajuste brutal impuesto por el FMI, nuestra lucha consiguió vencer en parte la dureza de este gobierno, superando el escepticismo.
Por eso consideramos este avance, aunque insuficiente, como un logro de la lucha en la más amplia unidad por sobre las diferencias. Sin embargo es necesario considerar los siguientes puntos de la propuesta paritaria:
La recomposición 2018 propuesta del 15.6% se plantea diferida, en cuotas (marzo y julio 2019) y es sólo sobre el salario básico, esto significa una recomposición sustancialmente menor sobre el salario de bolsillo.
Se publicita una recomposición del 15,6% pero en realidad, sobre el salario real de bolsillo resulta del orden del 8% a completarse recién los primeros días de agosto 2019.
Esta recomposición dividida en cuotas, en gran parte se hace sobre montos del código 455 que van al sueldo básico.
Esto significa que quita plata de una cifra no bonificable que ya se cobra y la incorpora al básico. Sólo la última cuota es dinero nuevo, o sea aumento genuino.
La recomposición salarial de 2018 debería aplicarse desde el 1° de enero de 2019.
Es dinero que los docentes perdimos durante el 2018, estimado en un 16%.
Si este fuera el mecanismo, la cláusula gatillo se aplicaría sobre sueldos muy superiores y por lo tanto los aumentos serían mucho mayores.
Sólo para dar algún ejemplo, supongamos que aplicamos la recomposición 2018 a partir del 1/1/19 sobre el total de los sueldos (no sólo sobre el básico) y tomamos el 15,6% del que se habla y luego ajustamos por cláusula gatillo para el primer trimestre (estimada en 11%).
Estos deberían ser los salarios correspondientes a marzo 2019: maestro de grado sin antigüedad $21.177, con 24 años $28.382; profesor 20 módulos sin antigüedad $31.300, con 24 años $45.040.
Sin embargo, la propuesta tiene la siguiente oferta salarial para el mes de marzo 2019: maesto sin antigüedad $18.515, con 24 años $24.970; profesor 20 módulos sin antigüedad $27.280, con 24 años $39.560.
Estos números significan una pérdida de $2.660 para el cargo de maestro de gradp sin antigüedad y de $3.400 para el máximo de antigüedad.
En el caso del profesor con 20 módulos sin antigüedad pierde $4.000 y $5.480 para el máximo de antigüedad.
Además, nuestro reclamo de salario docente debe ubicarnos por encima de la línea de pobreza que actualmente se ubica en $ 25750, por lo que entendemos que la nueva propuesta no se debe aceptar.
La fuerza generada a partir de nuestra lucha en unidad demuestra que podemos ir por más. Proponemos debatir en asambleas de escuela el rechazo a la propuesta planteando:
- Recomposición salarial de lo perdido el año pasado de una sola vez y a partir del 1° de enero 2019.
- De esta manera la cláusula gatillo 2019 se debe aplicar a partir del salario 2018 ya recompuesto.
- Más allá que acordamos con el blanqueo de cifras al básico, debemos recibir un aumento salarial que incorpore dinero nuevo y que nos ubique por encima de la línea de pobreza para un solo cargo docente.
Devolución de los descuentos por paro. - Solución a los graves problemas de infraestructura, mobiliario, comedor escolar, etc.
Hoy N° 1761 03/04/2019