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11 de noviembre de 2014

Gerardo Luna, ex dirigente del Smata Córdoba.

 

“Los herederos legítimos del Cordobazo”

20 años de la CCC

El compañero Gerardo Luna comenzó agradeciendo, en nombre de la Comisión de Homenaje a René Salamanca, el apoyo brindado por la CCC para que se elevara a juicio la causa por su secuestro. Luego enmarcó los tiempos del Cordobazo, cuando “dos superpotencias se disputaban el mundo, el Mayo francés, la invasión de Checoslovaquia por los tanques rusos, la China de Mao se asomaba en el horizonte, la Revolución Cubana, y el comandante Che Guevara”.

El compañero Gerardo Luna comenzó agradeciendo, en nombre de la Comisión de Homenaje a René Salamanca, el apoyo brindado por la CCC para que se elevara a juicio la causa por su secuestro. Luego enmarcó los tiempos del Cordobazo, cuando “dos superpotencias se disputaban el mundo, el Mayo francés, la invasión de Checoslovaquia por los tanques rusos, la China de Mao se asomaba en el horizonte, la Revolución Cubana, y el comandante Che Guevara”.

Recordó Luna las luchas del movimiento obrero contra la dictadura de Onganía, que “cercenó conquistas históricas del movimiento obrero” y del campo popular. Contó cómo se desarrolló la resistencia popular, “n el medio de esa situación en que comenzábamos a buscar un camino para tratar de combatir a los dirigentes sindicales traidores que habían entregado esas conquistas, habíamos comenzado a pensar que contra esa dictadura había que pelear, y no viene que a alguien se le ocurrió decir por allí que la situación creada en el país era un polvorín que había que hacer estallar, y estalló. Y tuvo nombre y apellido, fue el Cordobazo. Al decir de un querido amigo que conocimos en esos tiempos, ‘ya nada volvería a ser igual’”.

“El Cordobazo lo que hizo fue no solamente acrecentar la resistencia a la dictadura que se había ganado el odio popular, y fundamentalmente marcaba un camino para el movimiento obrero”.

Analizó el dirigente cordobés la posterior lucha de los obreros de la construcción del Chocón, que, dirigida por militantes del PC, había fracasado, y que, balanceando esa lucha, César Gody Álvarez, Antonio, y René Salamanca, Pablo, plantearon que “la única manera de reivindicar esa lucha es logar un Chocón triunfante. Y así nació y se hizo Perdriel, esa lucha que coronó con una gran victoria, y que abrió un camino diferente entre los obreros mecánicos”.  Contó de las Agrupaciones Primero de Mayo, germen y motor de grandes luchas, en Dinfia, Santa Isabel y Perdriel.

“Era un momento de inflexión muy profundo, luego de una prolongada huelga. Al finalizar esa huelga tuvimos dos claros conceptos. René Salamanca que dijo, es momento de curar las heridas y recuperar el gremio, ‘porque acá se terminó Elpidio Torres’. Así nació la obra maestra de René, que fue el Movimiento de Recuperación Sindical. Y comenzamos a hablar de frente único, de lo que es posible, y finalmente el Smata, rodeado del calor y del movimiento de las masas mecánicas, se ganó, logrando una gran victoria del movimiento que encabezó René Salamanca”.

Dijo Luna que “No hicimos más que emparentarnos y desenterrar de la historia las grandes banderas de la clase obrera internacional, la organización independiente, la solidaridad con todas las luchas, el internacionalismo proletario”, detallando cómo se profundizó la democracia obrera, “con el desarrollo y la proyección de los cuerpos de delegados, de las comisiones internas, de los congresales, de organizar a todo eso que peleaba, aquellas antiguas agrupaciones antipatronales, antiburocráticas, se habían transformado abiertamente en agrupaciones antidictatoriales y antiimperialistas”. “Esto es lo que nos permite en una última etapa decir en asambleas masivas de miles de obreros, asambleas populares, que un Perdriel vale más que cien secuestros”.

 Trazó Luna un emocionado relato de la lucha de los mecánicos contra el golpe de Estado que se venía “ahí están las denuncias a las que les pusimos nombre y apellido, y el que no quiera creer que lea las cartas de René Salamanca a los compañeros mecánicos, las tres cartas que son un testimonio histórico”, recordando cuando Salamanca, en un acto en la CGT junto a Atilio López y Agustín Tosco “no tuvo empacho en decir que el imperialismo había hecho su trabajo de zapa y de subversión. Pero el gran fracaso había sido creer que por el camino pacífico la clase obrera y el pueblo iban a lograr sus objetivos. Ese también es un aporte decisivo, lo mismo que cuando fue el proceso antigolpista”. Y destacó Luna que “no he conocido hasta hoy, a un dirigente que en la clandestinidad, perseguido por las bandas terroristas, siguió dirigiendo su querido gremio mecánico”, ganando asambleas masivas con la posición antigolpista, lo que hizo que “las fábricas de Córdoba, el 24 de marzo del 76, se abandonaron en repudio y condena a la dictadura que venía”.

Finalizó Luna afirmando que la CCC “no me cabe ninguna duda que son los herederos legítimos del Cordobazo, de Perdriel, de aquellas luchas de la recuperación sindical del Smata, del pensamiento y la acción de César Gody Álvarez, de René Salamanca y de todos nuestros mártires que aquí se han mencionado. Serán estandartes que nos van a acompañar hasta la victoria final”.