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22 de junio de 2016

Para comprender qué es lo que está detrás del episodio de la detención de José López, ex secretario de Obras Públicas de los gobiernos kirchneristas, recomendamos la lectura de "El proyecto K. La nueva hegemonía y el ascenso chino", escrito por el compañero Arnoldo Gómez, en el 2013.

Los jefes de José López

Cómo operaba el grupo kirchnerista

 Reproducimos algunos extractos del libro sobre el grupo comandado por los Kirchner, en los que se describe el rol del jefe directo de José López, el ex ministro de Planificación Federal y actual diputado del Frente Para la Victoria, Julio de Vido, desde los tiempos en que Néstor Kirchner llega a la gobernación de Sta. Cruz.

 Reproducimos algunos extractos del libro sobre el grupo comandado por los Kirchner, en los que se describe el rol del jefe directo de José López, el ex ministro de Planificación Federal y actual diputado del Frente Para la Victoria, Julio de Vido, desde los tiempos en que Néstor Kirchner llega a la gobernación de Sta. Cruz.
“Desde la gobernación se apropian de la empresa de Gotti con la que actúan en las obras públicas, con “Rudy” Ulloa van penetrando desde la FM propia hasta controlar todos los medios de comunicación locales, tienen un enjambre de empresas propias y prestadas para la obra pública y el control del banco provincial. A esa altura Cristina, Néstor Kirchner y Carlos Zannini como centro, “Rudy” Ulloa y Lázaro Báez como testaferros, Ricardo Jaime, Julio De Vido y Alicia Kirchner como funcionarios eran ya un grupo provincial fuerte. Con la reelección en 1995 pasan a una expansión económica importante, se asocian en 1996 con Esquenazi entregándole el banco provincial, por el mismo año entrelazan los primeros negocios conjuntos con Cristóbal López y poco después con un pase de Jaime a Córdoba queda activado en esa provincia el primer ascenso de Electroingeniería. Se forma así una nueva asociación política y económica, poderosa a nivel provincial y que pasa en esa segunda gobernación a proyectarse nacionalmente dentro del peronismo, armando el grupo que se conoció como “El Calafate”. Cada uno con su historia y vínculos previos, surge, se organiza y entrelaza sus negocios y sus proyectos políticos. En esos años este nuevo sector emergente dentro de las clases dominantes, con base provincial se instaló en la disputa nacional y desde entonces, a lo largo de quince años, han actuado unidos y solidariamente” (Pág. 39).
“Cuando el santacruceño fue aventajando a José Manuel De la Sota, Duhalde volcó su apoyo hacia Kirchner porque Carlos Menem aún era un obstáculo y no lograba armar una candidatura con peso. Pero condicionó este apoyo imponiéndole la continuidad del gabinete con una figura central como Roberto Lavagna en el Ministerio de Economía, que expresaba justamente la continuidad de aquellos intereses. Kirchner se aseguró el control de la presidencia con la posición clave y decisiva desde entonces de Carlos Zannini en Legal y Técnica, Julio De Vido en Planeamiento y Alicia Kirchner en Seguridad Social, aceptando lo esencial del gabinete heredado, expresando esta primera etapa del gobierno y ese gabinete la alianza amplia de los sectores devaluacionistas dentro de las clases dominantes” (Pág. 55).
“La esposa de De Vido, Lali Minicelli, artista plástica reconocida en Río Gallegos, fue testigo en los últimos días del menemismo de la venta fraudulenta a Repsol, entonces presidido por Cortina, del último lote de 14,99% de acciones de YPF, por ser la síndica por la provincia de Santa Cruz de las mismas, operación por la cual se inició un expediente judicial en el juzgado de Claudio Bonadío, reabierto en diciembre de 2005 y que el juez activó cuando se entró en zona caliente de esta nueva negociación de venta, convocando a indagatorias a Alfonso Cortina el 5 de Mayo de 2006” (Pág. 121).
“El núcleo de conducción e instancia superior del kirchnerismo desde el inicio, siempre y en forma compacta fue Néstor, Cristina y Carlos Zannini. Otros como Julio De Vido, Alicia Kirchner, Oscar Parrilli o en otro plano Sergio Berni y Héctor Icazuriaga, actuaron como funcionarios de confianza pero sin integrar el núcleo de decisiones. Rudy Ulloa, Lázaro Báez, Cristóbal López, Enrique Esquenazi, Gerardo Ferreira fueron parte fundamental del grupo de empresarios comprometidos con el proyecto de más larga fidelidad, al que luego se integrarían Ángelo Calcaterra, Franco Macri y otros. Pero si bien un rasgo distintivo fue unir política y negocios y avanzar como “rosca” política, tanto como grupo económico, nunca se incorporaron los empresarios al plano de las decisiones, las que siempre se tomaron en función de la política” (Pág. 228).