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09 de abril de 2014

Con los aumentos de 15% ahora, y el 10% más recién  a partir de julio, se llega  apenas a un 23,5% anual.  A la vez se aumenta el número de trabajadores a los que el gobierno les sacará parte de ese aumento por Ganancias, para quienes el aumento se reduce entonces a menos del 17%.

Los jerarcas kirchneristas y las paritarias

A la medida del ajuste

El Ministerio de Trabajo viene apurando el cierre de las paritarias con los jerarcas afines al gobierno kirchnerista de la llamada CGT Balcarce, con aumentos de los salarios acordes a su política de ajuste inflacionario. La norma es un incremento del 15 por ciento en abril –muy por detrás del aumento de la inflación del año pasado (que superó el 25% y fue cerca del 40% en los alimentos)– y otro 10% recién en julio, cuando ya la inflación se lleva comido en tres meses el 15% anterior.

El Ministerio de Trabajo viene apurando el cierre de las paritarias con los jerarcas afines al gobierno kirchnerista de la llamada CGT Balcarce, con aumentos de los salarios acordes a su política de ajuste inflacionario. La norma es un incremento del 15 por ciento en abril –muy por detrás del aumento de la inflación del año pasado (que superó el 25% y fue cerca del 40% en los alimentos)– y otro 10% recién en julio, cuando ya la inflación se lleva comido en tres meses el 15% anterior.
El gobierno dice que siendo esos porcentajes acumulativos, el aumento llega al 26,5% anual. Eso es mentiroso. Para el año es menos, porque el incremento entre abril y junio es del 15%, y 26,5% en los 8 meses restantes. Esto da apenas 23,5% de aumento para el total del año.
Los jerarcas progubernamentales no dicen nada de eso. Al contrario, para ocultar su traición a los trabajadores, agrandan el porcentaje hasta casi el 30%, sumando adicionales que ya se venían cobrando y ahora se incorporan al básico, como si fueran parte del nuevo aumento del salario.
Pero además, aún con esos aumentos que quedan muy por debajo de la inflación, un número creciente de trabajadores perderán parte del mismo por el Impuesto a las Ganancias, al que este gobierno no le actualiza ni el mínimo no imponible, ni las escalas. Un verdadero impuesto al trabajo, que hay que eliminar.
Sin modificaciones, si con el aumento se superan los 15.000 pesos mensuales, o si se supera esa cifra con horas extras, el gobierno se terminará quedando con un 30% de lo que exceda de ese mínimo de 15.000. El aumento del 23,5% del salario nominal en el año –si no se le “abre la mano” al gobierno- terminará siendo en esos casos de apenas un 16,45%, cuando la inflación estimada será de un 30-35% anual cuanto menos.
El jefe de la CGT alineada con la Casa Rosada, Antonio Caló, cuestionó el paro convocado para el 10 de abril diciendo que “el paro es más político. No critico, ellos sabrán por qué”, como si no supiera que es la política de ajuste inflacionario del gobierno kirchnerista la que está hundiendo a los trabajadores y el pueblo y a la producción nacional, y que para cambiar esta situación es necesario torcerle el brazo a esa política.