Los jóvenes llevamos la rebeldía como bandera, y la flameamos en las calles, las fábricas, las rutas, los surcos, las plazas del país. Este año, los estudiantes secundarios protagonizaron el estudiantazo, que comenzó en la Capital Federal, y se derramó a los colegios de las provincias, y volcó a los universitarios a la lucha. Enfrentamos los planes de un gobierno que paga deuda externa como loco, que le da miles de millones de pesos a monopolios como GM, pero que congela los presupuestos para educación, y recorta el de salud. Luchamos por la tierra, que nos tienen negada, y fuimos parte del glorioso acampe de Asoma que se sostuvo durante más de un mes en este mismo parque…
Los jóvenes alimentamos las filas del movimiento obrero, fuimos parte de la heroica lucha de los trabajadores de Terrabusi contra los despidos el año pasado, y este año protagonizamos la rebeldía en la alimentación, que triunfó en su reclamo salarial, y fue faro para el resto de la clase obrera… los que más sufrimos la superexplotación y la precarización somos los jóvenes, como también somos los primeros en ser despedidos cuando las empresas recortan personal o se van del país llevándose toda la guita que pudieron extraernos gracias a que el gobierno protege sus intereses…
El gobierno quiere imponer un balance sobre los que “nos devolvió”, y en eso, aunque después se peleen por otros temas, todos los sectores de las clases dominantes se pusieron de acuerdo. Lo vimos en los medios, con la muerte de Kirchner. Dicen que gracias a él ahora nos comprometemos en política, podemos ir al colegio, y soñar con un futuro. La verdad es que se les cae la cara, se pasan de mentirosos. Lo que hicieron Kirchner y Cristina, en todo caso, fue devolverle la garantía a los de arriba de recomponer “el orden” que ellos necesitan para sostener sus beneficios, que es sacarnos de las calles. Pero no lo han logrado…
Los jóvenes tenemos una herramienta que nos permite llegar a millones para sumarlos y hacerlos parte de la lucha: la Chispa puede transformarse en un mar de fuegos que inunde la Argentina, que exprese lo que crece desde abajo, la rebeldía que nos conduce a la conquista de un futuro de igualdad.
¡Vamos por la revolución!
¡Aguante la Chispa!
¡Viva la JCR! ¡Viva el PCR!
