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09 de abril de 2014

Los jóvenes NENT

Un drama que no se registra en la tasa de desocupación

El triste fenómeno de los jóvenes que no estudian ni trabajan es medido como el número de personas de entre 15 y 25 años que no concurren a un establecimiento educativo y no están ocupadas. Como no son demandantes de trabajo no figuran en el porcentaje de desocupados, al igual que los otros desocupados que no han buscado trabajo en la semana anterior a la encuesta, o los desocupados que tienen planes y por tal razón se los registra como ocupados.

El triste fenómeno de los jóvenes que no estudian ni trabajan es medido como el número de personas de entre 15 y 25 años que no concurren a un establecimiento educativo y no están ocupadas. Como no son demandantes de trabajo no figuran en el porcentaje de desocupados, al igual que los otros desocupados que no han buscado trabajo en la semana anterior a la encuesta, o los desocupados que tienen planes y por tal razón se los registra como ocupados.
En su último informe trimestral, la publicación Geres (economiageres@gmail.com) calcula para el total del país que los jóvenes NENT suman 1.271.000 de personas, de los cuales el 63% son mujeres.
“Recientemente se creó un programa de asistencia social que, se afirma, tiene a este segmento de la población como objetivo. Se trata del plan ‘Progresar’, que supone una transferencia de 600 pesos para los jóvenes de entre 18 y 24 años que acrediten un certificado de alumno regular. Comparte con la AUH (la asistencia por hijo) el lamentable defecto de no disponer de un mecanismo de actualización automático, lo que lo coloca a merced de la inflación y del humor de la clase política (recuerde el lector cómo acabaron los planes Jefes y Jefas de hogar y el penoso desarrollo del ‘Argentina Trabaja’, que periódicamente fuerza a que sus beneficiarios realicen medidas de acción directa para que el proceso inflacionario no lo vacíe de sentido). De hecho, desde que fuera anunciado el monto del subsidio ya ha perdido aproximadamente un 8% de su poder adquisitivo” [al momento del Informe; hoy ya es bastante más lo que ha perdido]. En relación al programa Progresar, Geres destaca que dicho plan, además de los jóvenes NENT, tiene como potenciales beneficiarios a quienes trabajan en la informalidad y a quienes lo hacen en “blanco” pero con una paga menor al salario mínimo. Por lo que el universo de jóvenes que tenemos que ayudar a organizarse para ingresar en este programa puede superar las 2 millones de personas.