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02 de octubre de 2010

Derrotado el Fondo del Bicentenario por el repudio popular y el retroceso del kirchnerismo en el Congreso, el gobierno pegó el manotazo a las reservas para pagar la deuda de la dictadura, ilegítima, fraudulenta y usuraria.

Los K son los mejores pagadores del mundo

Hoy 1307 / La hora política

1. Ciegos y sordos
¿Cuál es el país real y cuál el país virtual?
Según el discurso de Cristina K en la apertura de las sesiones del Congreso, “la solidez de un modelo económico y político desde el año 2003 generó las condiciones macroeconómicas que permitieron la salida del país de la crisis”. Ese es, para la presidenta, “el país real”. El país “virtual” es el de quienes critican sus políticas. No habló de la inflación. Con datos oficiales “demostró” que el gobierno derrotó la pobreza, el hambre y la desocupación, y fortaleció la salud y la educación. No necesitó hacer autocrítica de nada. Tampoco formuló planes o propuestas para los dos años que le restan.

Nadie es más ciego que el que no le conviene ver, ni más sordo que el que no le conviene oír.

En el país real, el que sufre mientras los Kirchner especulan con millones de dólares, la inflación achica semana a semana los planes sociales de miseria, los salarios y jubilaciones de pobreza. La mitad de los hogares argentinos tienen ingresos por debajo de la mitad de la canasta familiar (datos del diputado Lozano). Mientras los Kirchner miran para otro lado, en lo que va del año, se dispararon los precios de los alimentos básicos, los bancos aumentaron sus servicios hasta el 35% (y las transacciones financieras no pagan impuestos), las ART subieron sus tarifas el 41,7%, y los alquileres aumentaron el 20% (La Nación, 1/3).

2. Paritarias, planes y trabajo
No importa que casi nadie crea los índices truchos con que los Kirchner proclaman los “éxitos” de su política. Lo que buscan es justificar los topes que buscan imponer a los salarios en las paritarias, y la miseria presupuestaria para la salud, la educación y otros sectores sociales. El llamado “piso salarial nacional” de los docentes es, en realidad, el techo, y apenas cubre el 36% de la canasta familiar (y la mitad de eso en Tierra del Fuego y gran parte de la Patagonia).

La respuesta a esa política hambreadora es la lucha, ahí donde han tomado decisiones los cuerpos de delegados, las asambleas, las organizaciones de autoconvocados, las direcciones sindicales combativas. La lucha de los trabajadores de la salud santiagueños se ha convertido en un punto de referencia para los de todo el país. Así como la lucha de los docentes de Tierra del Fuego, Santa Fe, Chaco, Jujuy, entre otras, han mostrado el camino para desbordar a las direcciones funcionales al gobierno, de Ctera y otros gremios.

En otros gremios, las direcciones sindicales negocian a espaldas de los trabajadores, forcejeando migajas para sus bolsillos, mientras acuerdan aumentos miserables, ínfimos en relación a la carestía.

La gran jornada nacional de más de 30 organizaciones de desocupados, entre ellas la CCC, con el acampe de 24 horas en la 9 de Julio y cortes, marchas y acampes en todo el país, fue un gran esfuerzo de lucha que desenmascara las mentiras oficialistas sobre la indigencia, el hambre y “la distribución de la riqueza”. Y demuestra la voluntad combativa de los sin trabajo: no están dispuestos a aceptar el manejo clientelar del kirchnerismo del plan Argentina Trabaja, entre otros reclamos. La jornada pegó duro, y el gobierno sintió el golpe, aunque haga esfuerzos por disimularlo.

3. El 8 en las calles
El 8 de marzo se conmemorará por centésima vez el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Es una jornada de lucha, mundial, contra la doble opresión de la mujer, agravada aquí por las políticas del gobierno kirchnerista.

Grandes combates obreros, campesinos, juveniles y populares han mostrado que las mujeres están en la primera fila de la lucha. El 8 se vuelven a movilizar, desde temprano, de manera unitaria y con la participación de ACP, contra la carestía, reclamando medidas concretas para frenar la inflación. Una de sus consignas es: “Sacar el IVA de los productos básicos, ¡Ya!” (el IVA, Impuesto al Valor Agregado, encarece esos productos en más del 20%). Y van a marchar luego, también unitariamente, por el conjunto de los reclamos.

4. Pagadores mundiales
Mientras entretenía al Congreso con su discurso, el gobierno usaba dos decretos que sigilosamente había firmado, para pegarle el manotazo y adueñarse de 6.500 millones de dólares de las reservas acumuladas en el Banco Central.

No dijo nada sobre investigar las deudas la de la dictadura, la usuraria y la fraudulenta. Tampoco de las deudas de las provincias con el gobierno nacional, que el kirchnerismo descuenta de la coparticipación federal.

Se horrorizó de la suspensión del pago de la deuda en el 2001, conquistada por el Argentinazo, que forzó a que se usaran los fondos públicos para 2 millones de planes sociales que paliaron la hambruna. Para Cristina K, por lo visto, había que pagar a costa del hambre de milones, para evitar el default que, dijo CK, “convirtió a la Argentina en paria”. En la India, los parias son personas consideradas inferiores. La presidenta se enorgulleció de que el gobierno kirchnerista sea el que más deuda pagó en el mundo.

Esta buena onda de los Kirchner como máximos paganinis mundiales, no trae ventajas al país: los usureros le cobran a la Argentina intereses más altos que a países quebrados como Grecia.

Con el Fondo del Bicentenario repudiado por el pueblo, y al filo de ser derrotado en el Congreso, la presidenta se apuró a derogar el DNU que lo creaba. Y lo reemplazó por dos decretos calcados del que derogó, y mientras hacía su discurso sus funcionarios en el Banco Central manoteaban las reservas para pagarle al BM y al BID, y a los bancos socios y amigos del gobierno. Además, forma en el Congreso una Bicameral cuya única función será garantizar que se realicen los pagos. En lugar de decidir sobre la deuda, el Congreso sería policía contable del gobierno.

Así las cosas, hay un presupuesto aprobado que tiene $ 90.000 millones de gastos que no tienen recursos (según investigación del diputado Lozano). Y hay pagos por 22.000 millones de dólares de deuda pública que los Kirchner quieren realizar a costa del hambre y la miseria del pueblo.

5. Terciar
Tiene razón “Pino” Solanas cuando señala que hay tres corrientes en la política nacional: una derecha oficialista que gobierna y es la mejor pagadora de la historia, una derecha opositora neoconservadora, y una oposición popular. También el PCR ha venido señalando que hay tres jugadores en la cancha.
Al kirchnerismo ni se le pasa por la cabeza usar parte de las reservas, o los intereses que gana el Banco Central por tenerlas depositadas en Suiza, para universalizar la asignación por hijos, nacionalizar y asignar puestos en el plan Argentina Trabaja a todos los que lo pidan, resolver las urgencias de la salud y la educación populares, etc. Lo que los K pelean, a fondo, es la plata para pagarle a los usureros de afuera, y a los de adentro.

Hasta hace poco el gobierno controlaba “las cajas” a su antojo. Ahora, con la pérdida de la mayoría en el Congreso, una parte de las “tajadas grandes” se le complican. Claro que el veto presidencial puede liquidar con una firma cualquier ley que le moleste. También se le hace más difícil controlar a sectores de la Justicia.
La heterogeneidad de la oposición en el Congreso, hace que éste, en cada situación, pueda inclinarse de acuerdo a cómo actúen unos pocos legisladores. Sin olvidarse que la jugada del gobierno de entretener al Congreso mientras manoteaba las reservas, volvió a mostrar ese carácter de charlamento que le destina el reparto del poder real en la Argentina.

Hay dirigentes agrarios, entre otros, que desde hace tiempo vienen actuando de “bomberos” de la lucha, tratando de arrear a los chacareros a la cola del Congreso. De un Congreso que, como se vio el miércoles pasado, puede depender del voto del entreguista Carlos Menem. Vale como lección la rebelión agraria: sólo cuando la lucha de las masas zamarrea el tablero político se logran “corrimientos” a favor de la lucha popular (para “evitar los estallidos”).

El máximo dirigente de la UCR, Ernesto Sanz, envió un “mensaje” a la presidenta, luego del discurso de CK al Congreso, señalándole que ellos están dispuestos a sentarse en el Congreso a discutir una ley sin poner obstáculos para el pago de la deuda. También el senador pampeano Verna ofreció una negociación. Es decir, las derechas opositoras acuerdan, en lo esencial, con el gobierno, en pagar la deuda ilegítima sin investigarla, pero quieren negociar tajadas.

Por otra parte, con actos y movilizaciones crece el movimiento por la investigación de la deuda, y el no pago de toda aquella que sea de la dictadura, ilegítima, fraudulenta o usuraria. Movimiento que desde hace años el PCR trabaja por desarrollar en todo el país, junto a numerosas fuerzas de izquierda y centroizquierda.

Hay numerosas luchas ocultadas contra la carestía, el hambre, la desocupación, la de las paritarias y por salarios de acuerdo a la canasta familiar, de los trabajadores de la salud y la educación, la de los jubilados del MIJP el 5 de marzo por el 82% móvil, la de los jóvenes, las mujeres, los originarios, los campesinos, los chacareros, etc. Son múltiples afluentes, que van confluyendo, multisectorialmente, terciando en la pulseada social y política. Creando mejores condiciones para arrancar conquistas, y acumulando fuerzas para conquistar un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático.