Su rostro como bandera. Una Lucía. Miles de Lucías. Su rostro en cada cartel, en cada pedido de Justicia, en cada grito contenido, en cada lágrima derramada. Su sonrisa invadió este sábado la ciudad; desde Playa Serena y hasta la Municipalidad, su cabello despeinado, sus ojos cómplices y la sonrisa libre de una adolescente de 16 años con todo por vivir se convirtieron en la bandera, en el grito, en la demanda: “Vivas nos queremos”.
Como dijimos en un reciente comunicado “¿Pueden existir zonas liberadas y venta de drogas en la puerta de las escuelas secundarias sin complicidad del poder político?
Las mujeres somos víctimas de la violencia que, en numerosos casos, se llevan nuestras vidas, como es el caso de Lucía. Han aumentado los golpes, denuncias por violencia y los femicidios, como así también los abusos y violaciones. Siguen desapareciendo mujeres víctimas de trata mientras el gobierno nacional, provincial y municipal hacen oídos sordos. Sólo en Mar del Plata se reciben 900 denuncias por mes por violencia de género. Nos preguntamos: a cuatro días de lo sucedido que conmocionó a todo el país: ¿cómo puede ser que el intendente Arroyo guarde silencio ante tan aberrante hecho? ¿Se puede desconocer que en las puertas de las escuelas se vendan drogas?
El gobierno aplica un ajuste brutal que recae sobre las espaldas de nuestro pueblo y en particular sobre las mujeres, empujándolas a la desocupación, al hambre, la pobreza y la indigencia. Este contexto, aumenta los grados de violencia de género y agota las puertas de salida para las mujeres afectadas. Durante el gobierno de CK y lo que va del gobierno de Macri, las distintas problemáticas que nos afectan a las mujeres no estuvieron ni están en sus agendas políticas.
El asesinato de Lucía tiene dos terribles caras. Por un lado es un brutal femicidio y por el otro desnuda nuevamente el gran tema del narcotráfico, cada vez más creciente en Mar del Plata. La zona sur de la ciudad se ha transformado en una verdadera zona liberada. Los casos se repiten y las medidas no llegan.
Como hicimos el 3 de Junio de 2015 y 2016 en las grandes marchas de ¡Ni una menos! y en los masivos Encuentros Nacionales de Mujeres, seguiremos tomando las calles, plazas y cada rincón del país exigiendo:
Justicia para Lucía Pérez y todas las víctimas de femicidio.
Absolución definitiva de Belén.
Desmantelamiento de las redes de trata.
Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución.
Ni una piba menos por la droga”.