Todos ellos eran hombres y mujeres jóvenes, trabajadores estudiantes y profesionales, que habían ocupado la trinchera contra el golpe de Estado que asolaría la Argentina a partir del 24 de marzo de 1976. Como antes había sucedido con Enrique Rusconi, todos ellos cayeron porque eran patriotas, antigolpistas y comunistas revolucionarios.
Todos ellos eran hombres y mujeres jóvenes, trabajadores estudiantes y profesionales, que habían ocupado la trinchera contra el golpe de Estado que asolaría la Argentina a partir del 24 de marzo de 1976. Como antes había sucedido con Enrique Rusconi, todos ellos cayeron porque eran patriotas, antigolpistas y comunistas revolucionarios.
El Partido Comunista Revolucionario y la Juventud Comunista Revolucionaria, los recuerdan y hoy más que nunca, levantan su ejemplo heroico. No habrá nada que pueda cambiar la verdadera historia que ellos regaron con su sangre de revolucionarios.