Gerini, Cameira, Ruiz, Polari y Lesser, eran hombres y mujeres jóvenes, trabajadores, estudiantes y profesionales, que habían ocupado la trinchera contra el golpe de Estado que azotaría la Argentina a partir del 24 de marzo de 1976.
Gerini, Cameira, Ruiz, Polari y Lesser, eran hombres y mujeres jóvenes, trabajadores, estudiantes y profesionales, que habían ocupado la trinchera contra el golpe de Estado que azotaría la Argentina a partir del 24 de marzo de 1976.
Carlos Polari fue miembro fundador del PCR, estudiante de psicología, trabajador municipal que encabezó la lista de oposición a Atanasoff; Herminia Ruiz, enfermera, delegada de sus compañeras en el Hospital San Juan de Dios, encabezó la lucha por aumento de salario; Ana María Cameira, asistente social, fue una activa militante de nuestro partido; David Lesser, dirigente estudiantil en la Facultad de Odontología, siguió su lucha luego como profesional; y Guillermo Gerini, estudiante de Arquitectura, secretario de Organización del Sector Universitario, encabezó la lucha antigolpista en el movimiento estudiantil y trabajó activamente para conformar una corriente comunista revolucionaria de masas entre los trabajadores de la carne.
El 13 de mayo de 1975 Cameira, Ruiz, Polari y Lesser hacían una pintada en la esquina de 17 y 42 por la libertad del compañero Horacio Micucci, detenido el día anterior. Eran las 11 de la noche, alcanzaron a escribir la palabra libertad. El miércoles 14, sus cuerpos aparecieron acribillados en Berisso.
Nuestro Partido levanta con orgullo la posición antigolpista con la que desde 1974 denunció los preparativos de lo que sería ese feroz genocidio, para aplastar el gran auge de luchas que empujaba a la liberación nacional y social de nuestra patria. Como antes había sucedido con Enrique Rusconi, todos estos compañeros cayeron, porque eran patriotas, antigolpistas y comunistas revolucionarios.
Conocer la vida y trayectoria de estos camaradas, no sólo es un acto de justicia con su entrega, sino que es parte de la batalla actual contra el intento de las clases dominantes, y del kirchnerismo en particular, por tergiversar la historia, negando la lucha antigolpista.
Como dijo una compañera en el homenaje que se les hizo a los 30 años de sus asesinatos: “Los llevamos en nuestras cabezas y nuestros corazones, no olvidamos ni perdonamos, porque olvidar es traición. Su ejemplo nos marca el camino. Nos preparamos para la victoria y para que sean vengados el día que la clase obrera y el pueblo conquisten el poder”.
