Cada 16 de agosto se celebra en Paraguay el Día del Niño para recordar a aquellos niños que –en un acto de heroísmo sin igual- perdieron sus vidas en la batalla de Acosta Ñu un 16 de agosto en 1869, casi al final de la Guerra contra la Triple Alianza.
Cada 16 de agosto se celebra en Paraguay el Día del Niño para recordar a aquellos niños que –en un acto de heroísmo sin igual- perdieron sus vidas en la batalla de Acosta Ñu un 16 de agosto en 1869, casi al final de la Guerra contra la Triple Alianza.
Las fuerzas constituidas apenas por 500 veteranos y 3.500 niños de entre 6 y 15 años enfrentaron, durante más de 6 horas, a 20.000 hombres del ejército de la triple alianza.
“En el fragor de la batalla, los niños más pequeños, despavoridos, se agarraban llorando a las piernas de los soldados brasileños para que no los matasen. Y eran degollados en el acto. Escondidas en la selva próxima, las madres observaban el desarrollo de la lucha. No pocas agarraron lanzas y llegaron a comandar un grupo de niños en la resistencia. Finalmente, los paraguayos fueron derrotados.
“Cuando la insólita batalla de Acosta Ñu había terminado, al caer la tarde, las madres de los niños paraguayos salían de la selva para rescatar los cadáveres de sus hijos y socorrer los pocos sobrevivientes.
“El conde D’Eu, comandante de la guerra, mandó incendiar la maleza, matando a niños y madres. Cercó el hospital de Piribebui, encerró allí a los enfermos ―en su mayoría jóvenes y niños― y lo incendió. Las tropas brasileñas, cumpliendo las órdenes, empujaban a punta de bayoneta a los enfermos que milagrosamente intentaban salir del hospital en llamas. No se conoce en la historia, de América del Sur por lo menos, ningún crimen de guerra más hediondo que ese”. Julio J. Chiavenato, historiador brasileño.
