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12 de marzo de 2014

El compañero responsable de obreros rurales del PCR escribe acerca de la situación durante la gestión de los Kirchner.

Los obreros rurales

Con el gobierno de Cristina Kirchner, empeoró la situación de los pobres

Los obreros rurales siempre hemos estado mal. Pero hoy quiero hablar sobre los casi diez años del actual gobierno. La presidenta ha dicho en reiteradas ocasiones que el gobierno K ha sido el mejor de los últimos tiempos.
No sé a qué se refiere la señora presidenta cuando dice esto porque en la gran masa obrera esto no se nota. Cuando digo masa obrera, me refiero a los obreros rurales en general, también a los pequeños y medianos productores.

Los obreros rurales siempre hemos estado mal. Pero hoy quiero hablar sobre los casi diez años del actual gobierno. La presidenta ha dicho en reiteradas ocasiones que el gobierno K ha sido el mejor de los últimos tiempos.
No sé a qué se refiere la señora presidenta cuando dice esto porque en la gran masa obrera esto no se nota. Cuando digo masa obrera, me refiero a los obreros rurales en general, también a los pequeños y medianos productores.
Estos sectores de productores son los que más sufren las consecuencias de los impuestos, acompañado con la rapiña de los grandes terratenientes, los grandes productores de soja, los pooles de siembra y algunos otros sectores que prestan servicio a estos grandes señores (como dice el dicho: el pescado más grande se come a los más chicos).
Así los grandes productores, las grandes cerealeras, los grandes pooles de siembra que explotan miles de hectáreas con la soja y otros cultivos, las grandes empresas, los grandes exportadores son los que la han juntado con pala, como ha dicho la señora presidenta. Grandes empresas multinacionales como la Barrick, por nombrar una, se llevó el oro y nos dejó de regalo el veneno de la contaminación ambiental con mercurio, cianuro y otros elementos químicos. Con todo esto, el gobierno también la juntó con pala…
Tiempo atrás escuchaba a través de los medios hablar a la presidenta y decir que en el Banco Central había 50 y tanto miles de millones de dólares; esto sucedió gracias a su gobierno. Según ella el rumbo era el acertado: tanto dinero acumulado en reserva y tantas necesidades en el pueblo. Por eso digo mucha lluvia para arriba pero ninguna gota para abajo. Resultado: menos salario, mayor pobreza. Con esa cantidad de millones de reserva del BC ¿cuántos problemas sociales se hubiesen podido solucionar? Muchos, muchísimos. En primer lugar, el problema salarial; comedores barriales para niños, comedores escolares, ayuda social para jubilados, pensionados y cuántas cosas más… 
 
El 80% de los rurales no se jubila
En el sector rural, entre el 70 y el 80 por ciento de los obreros rurales tienen grandes problemas para jubilarse. En primer lugar, un trámite interminable; en segundo lugar, los aportes: toda la vida trabajaron en negro, no están registrados en ningún lugar, Anses no los registra. Existe también un tercer problema: inescrupulosos patrones que hacen los descuentos pero nunca aportaron a la caja de jubilación, por lo tanto no pueden jubilarse. O sea. “el patrón me descontó el aporte y a renglón seguido me lo robó”. Ustedes preguntarán: ¿No hay leyes para esto? Sí, las hay pero ninguna de las autoridades competentes las hace cumplir; lo saben pero miran para otro lado.
Después de mucho tiempo, años de lucha, la presidenta  envió al Congreso un proyecto de ley por la derogación de la ley 22.248 impuesta por los militares, la cual negaba los derechos de los trabajadores rurales. La nueva ley de trabajo agrario, 26.727 rescata leyes viejas e incorpora también algunas nuevas que reivindican a los rurales. Venegas mandó otro proyecto de ley al Congreso, la Cámara de Diputados y de Senadores le dieron el sí a la ley de Corresponsabilidad gremial, ley 26.377. Estas leyes están aprobadas como leyes de la nación pero no se cumplen. Por eso los obreros rurales estamos mal. Pocas veces hemos logrado reivindicaciones sociales de acuerdo a nuestras necesidades.
También la historia nos ha adornado con diferentes apelativos. Nos han llamado golondrina, linyera, crotos, cariñosamente crotitos… pero a nivel nacional sufrimos la eterna enfermedad de la explotación, los bajos salarios, la desigualdad social, marginación, etc. El 80% de los obreros rurales trabajan en negro, sin jubilación, descuento sindical, obra social… o sea vive totalmente desamparado. Ni hablar de vacaciones, palabra prohibida: solamente gozan de ésta cuando el patrón los despide o cuando termina el trabajo.
Con esta situación, el gobierno deja en claro que no le preocupan los obreros; tampoco le preocupan los pequeños y medianos productores que han tenido que vender sus campos, alquilarlos para sembrar soja, o mudarse a la ciudad para vivir en las villas. Se habla de que miles de estos productores han desaparecido del campo.
Uno de los principales problemas, creo que ha sido año a año el bajo precio a la producción y por qué no decir de la usura de los impuestos. Todo esto le está haciendo mucho daño al campesinado menor. Dicen que si el propio campesinado no toma medidas y las defiende, la desaparición será total. Me parece que ese es el camino y objetivo de los terratenientes y chacareros ricos con grandes campos, y “se terminó la historia”. Problema que se agudiza con el aumento de mano de obra desocupada, por lo tanto los salarios de los obreros rurales son los más bajos del país. Esos salarios significan más hambre, más miseria a nivel país.
 
La Uatre
Si me preguntan por nuestro gremio, Uatre, que sindicaliza a todos los obreros rurales, se conoce de nombre; lo mismo pasa con el compañero secretario general, Momo Venegas. No se sabe dónde está, no se sabe si vive en Argentina o en algún país de fantasía donde todo está bien. Porque aquí no se lo escucha decir ni pío. Da la sensación de que el compañero sufre tres enfermedades: Memoria. Olvidó a su clase social, de dónde es y de dónde viene. Sordera: no escucha a su pueblo. Vista: no ve o no quiere ver las luchas que libran los trabajadores rurales del país. Estas luchas, marchas, cortes son la consecuencia de la falta de trabajo genuino. No queda otra que pelear por planes de limosna.
Las seccionales de Uatre que existen en diferentes provincias en su mayoría no están al servicio de los obreros rurales. Prestan servicio y defienden más a los patrones que a los obreros. Nosotros no sabemos y al mismo tiempo preguntamos si el compañero Venegas sabe de esto o lo ignora, o simplemente se hace el distraído. Hace unos días un compañero, hablando de la Uatre decía “dejate de joder, la Uatre a nosotros no nos representa, no nos defiende en nada, defiende más a los patrones, a los ricos, a los grandes señores, a los terratenientes, a los pools de siembra, a los grandes chacareros, finqueros, exportadores de cereales, frutas, etc.”.
Yo  creo que el compañero que dijo esto con un poquito de bronca tiene mucha razón porque en los diferentes lugares o centros de lucha esto se nota claramente. En San Juan, Río Negro, provincia de Buenos Aires la Uatre no lucha, no participa de los problemas de los rurales. 
 
Los explotados del “oro verde” Tareferos
 
 En Misiones los obreros cosechadores de la yerba mate, vienen arrastrando sufrimiento y explotación desde el fondo del tiempo. Trabajan y viven como pueden con una gran explotación patronal, sometidos a una gran pobreza, donde se agudiza día a día el hambre, la desnutrición, más esclavización y salarios cada vez más bajos.
Los pobres cada vez más pobres y los feudales cada vez más ricos. En la época de cosecha los llevan y los traen a la tarde a su casa en los mismos camiones que usan los contratistas para fletar la yerba cosechada del campo a los secaderos y molinos de la ciudad. Por la tarde, arriban camiones cargados lo más que se pueda. Sobre esa carga se acomoda la carga humana: hombres, mujeres, niños, mayores, etc. agárrense como puedan, así de fácil…
Esto es así durante los seis meses que dura la zafra y por qué no durante toda la vida. Si no luchamos para cambiar este sistema político estaremos cada vez en peores condiciones de vida. 
Los tareferos son llevados a los yerbales más lejanos de la ciudad para quedarse ahí en el lugar los días que dure la cosecha -diez o quince días depende de las hectáreas sembradas o plantadas-. Muchos de los señores no tienen ranchos ni taperas de refugio, por eso los tareferos llevan nylon negro, conocidas como “carpas negras”, con lo que hacen sus taperas. Los días y noches de viento, lluvias torrenciales, duermen sin frazadas ni colchones, pasados de agua.
En el mes de abril, tras un accidente fatal donde murieron ocho compañeros tareferos, entre ellos dos menores, en un escrito los tareferos de la CCC en Oberá dijeron: “han pasado dos meses de la tragedia que costara la vida de ocho tareferos de la zona de Villa Bonita y Aurora, exigimos pensión mínima de 3.800 pesos para los familiares directos y accidentados, asistencia social hasta que esto se resuelva”. Pero fue tapado con 6.500 pesos por familia.
Poco tiempo después otro accidente enlutó a la familia tarefera: murió un niño de un año y medio aplastado por un camión en el yerbal. Todo esto queda ahí, sin resolver, entre el cielo y la tierra, entre el demonio y el agua bendita. Este accidente ocurrido en el mes de abril sucedió por una sencilla razón, porque las autoridades de la zona dejan hacer lo que por ley de la nación está prohibido: el traslado de personal trabajador en vehículos no preparados ni autorizados para ello. Todo esto desde las autoridades nacionales hasta las municipales lo dejan hacer, por lo tanto son culpables directos del problema. 
Los tareferos han abrazado la lucha y han crecido y logrado algunas conquistas y van por más. También han sufrido abandono y traición por parte de algunos dirigentes de su organización: se los llevan o cruzan solos para la vereda de enfrente. Pero a pesar de estos inconvenientes no han bajado los brazos y siguen luchando.