El sábado 25 de junio se eligió al representante de la comunidad ante el gobierno nacional y provincial de Formosa para discutir el tema Tierras. Félix Díaz le ganó ampliamente a Cristino Sanabria.
El sábado 25 de junio se eligió al representante de la comunidad ante el gobierno nacional y provincial de Formosa para discutir el tema Tierras. Félix Díaz le ganó ampliamente a Cristino Sanabria.
En las elecciones de la comunidad se presentaron dos candidatos: Felix Díaz, dirigente que encabezó la lucha por el despojo de 600 Has (hectáreas) y junto a más de 400 qompis cortaron la ruta 86 en reclamo de dichas tierras. Y Cristino Sanabria, hijo del cacique Fernando de 94 años. Cristino, desde el 2004, intenta dejar de lado a su padre. Pero, Don Fernando resiste cuanto puede y cuando lo dejan. Cristino Sanabria se opuso a la lucha desplegada por la comunidad, y se colocó de parte del gobierno y sus cómplices: Los Celía. El día de la represión al corte, el 23/11/2010, la orden de matar surgió de la Casa de Gobierno. Sus ejecutores: la escuadra de policías comandadas por el comisario Muñiz (conocido asesino de jóvenes), y los Celía, armados como para una guerra: mataron impiadosamente a Roberto López, con tres balazos de Itaka y por la espalda.
A pesar de todas las maniobras de los gobiernos nacional y provincial, se realizó la elección con presencia de veedores: Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo (línea Fundadora) y Adolfo Perez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, acompañados por otras personalidades y un funcionario nacional de la Defensoría del Pueblo. El pueblo Qom de NAVOGOH La Primavera no se encontraba solo: llegaron desde distantes comunidades qom y wichís de Nam Qom (capital), de Bartolomé de Las Casas, de Misión Tacagleé, de Loro Cué, de Clorinda, del barrio San José Obrero de capital y los Wichís de Las Lomitas, de Ing. Juárez, de Los Chiriguanos y delegaciones de la CCC y de la CTA. La APDH de Formosa y otras delegaciones de derechos humanos y sociales.
En los últimos siete meses corrió mucho agua bajo los puentes: la heroica resistencia en la comunidad y el acampe en Bs. As. a escasos 500 metros de la Casa Rosada. La presidenta no quiso recibir a los Qom. Previó que los qompis le iban a pedir y exigir la devolución de las tierras y justicia por el asesinato de Roberto. Calculó, que la sola recepción de los aborígenes se convertiría en un duro golpe a su delfín formoseño. Se anotició por todos los medios, del adjetivo más elocuente utilizado por miles de argentinos: Gildo Insfrán asesino. Tuvo miedo, quizás terror, que la sangre de Roberto López manchara su híper cuidada imagen. El corte de la 9 de julio, la descolocó e hizo que su ministro recibiera a los originarios, con la impronta de “pacificar” a los rebeldes y se creara una mesa de diálogo, ganar tiempo y recomponer todo lo posible a uno de sus gobernadores preferidos y obsecuentes.
Gildo Insfrán intentó comprar a los dirigentes del movimiento Qom, ofreció parcelas, casas, empleos, pensiones. Visitó en dos oportunidades a Samuel Garcete, hasta hoy semi paralítico, por la feroz represión en la ruta 86. Hace una semana Samuel pidió a su compañera que lo lleven a otra casa cuando salga de una próxima internación.
El sábado amaneció nublado después de varios días de lluvias. Aún así, con los caminos semi anegados y desde temprano, mujeres, hombres, ancianas y ancianos se encaminaron a las dos escuelas. Las camionetas 4X4 de las tres municipalidades colindantes sólo llevaban a los votantes de Cristino. En toda la semana, habían repartido frazadas, colchones y amenazas. “Si no gana Cristino, muchos van a perder planes y pensiones”, sentenciaban los punteros gildistas. Los jóvenes Qom protestaron porque muchos no fueron incluidos en los padrones, querían participar. Las 6 mesas cerraron a la hora programada: 16 hs. Y luego de una larga espera, pasadas las 20hs. leyeron los resultados.
Félix Díaz: 610 votos; Cristino Sanabria: 359.
Los festejos comenzaron en la casa del cuñado de Roberto López, con la presencia de su mujer Erma y sus hijos Jael y Hortensia. En la algarabía sólo se escuchaba el nombre del derrotado Gildo Insfrán y su apelativo más famoso: asesino.