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21 de agosto de 2013

Los récords de Cristina

Más inflación, más recaudación

En tren de anunciar récords, aunque olvidándose de su propio record en inflación, en su discurso del miércoles 31 de julio en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la presidenta aprovechó el acto también para anunciar que la recaudación fiscal de julio había trepado a los 80.000 millones de pesos, 30% más que en julio de 2012.

En tren de anunciar récords, aunque olvidándose de su propio record en inflación, en su discurso del miércoles 31 de julio en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la presidenta aprovechó el acto también para anunciar que la recaudación fiscal de julio había trepado a los 80.000 millones de pesos, 30% más que en julio de 2012.
Y exclamó triunfante: “hemos crecido en la recaudación sin crear un solo impuesto”, para luego agregar: “y lo que es más, hemos bajado algunos impuestos”. Esto ya no es del todo cierto, pues durante su gobierno hubo aumentos en algunos rubros de exportación, como en el caso de la soja cuyas retenciones aumentaron del 17,5% en 2007 al 25% en 2008, cuando la rebelión agraria y federal frenó los mayores aumentos y la obligó a hacer concesiones como la del pomposamente llamado Fondo Federal Solidario de la Soja, que maneja a discreción.
Pero lo más importante que omitió decir, como en otras ocasiones, es el aumento en los impuestos que ha obtenido con su política inflacionaria, que abulta en términos nominales las ventas, las ganancias y los movimientos económicos sobre los que se calculan y pagan los impuestos. Lo que se agrava debido a la falta de ajuste por inflación de los mínimos o de la base imponible de los impuestos. Eso le permite al Fisco cobrar impuestos sobre activos o ganancias no reales, inclusive si los contribuyentes en términos reales ganaron menos o se desvalorizaron sus activos.
Por ejemplo, desde 2001, el mínimo no imponible de Ganancias se ajustó la mitad de la inflación real y las escalas sobre las que se aplican los porcentajes del impuesto (las alícuotas) se mantienen congelados hace 13 años. Bienes Personales no se actualiza desde 2007. Las categorías del Monotributo no se actualizan desde 2010. Y ni qué hablar del impuesto al salario, pues aunque alardeó que “la tablita de Machinea la sacamos nosotros y les devolvimos mayor poder adquisitivo también a los trabajadores”. Lo cierto es que les viene quitando mucho más, en todos estos años, con el aumento del mínimo no imponible por muy debajo de la inflación (con lo que crece el número de trabajadores que tiene que pagar el impuesto), y con el congelamiento de las escalas sobre las que se aplican las alícuotas desde 2000 (con lo que no sólo aumenta el número sino también el porcentaje de impuesto que tienen que pagar los asalariados).
Así en lugar de la vía directa de subir los impuestos, el gobierno kirchnerista logra el mismo, y hasta un mejor resultado, a través del camino indirecto de la inflación.
 
Algunas cuentas de Echegaray
Al dar los detalles sobre lo recaudado en el mes de julio, el titular del ente recaudador, Ricardo Echegaray, al día siguiente del discurso de Cristina, además del “logro” en Ganancias, que aportó $15.648,8 millones, con un crecimiento del 42,4% en términos interanuales, destacó el otro impuesto que cae en mayor medida sobre los trabajadores, pues la mayor parte de sus ingresos se destina al consumo. Así dijo que “la recaudación por el IVA-consumo alcanzó los $14.897,9 millones durante julio y creció 38,6% en comparación con el mismo mes de 2012”, por supuesto sin decir que esos productos fueron los que más sufrieron la inflación en julio, y que el IVA se calcula en función del precio final del bien.
Por supuesto que tampoco dijo que si Ganancias y el IVA tuvieron ese aumento, que otros impuestos crecieron menos que la inflación, pues el total del aumento de los ingresos no le da más del 31%. Eso sí, tuvo que referirse, porque Cristina lo había hecho el día anterior, a la caída de los ingresos provenientes de las retenciones a las exportaciones, por supuesto atribuyéndolo como ella a “la especulación” de los productores, cuando los que exportan y tienen que ingresar el impuesto son los monopolios comercializadores e industrializadores. Algo de verdad tuvo al mencionar la caída de los precios de los granos, pero lo principal es que, en el caso de la soja por lo menos, el imperialismo chino sólo está comprando en grano y no el producto con valor agregado (aceite y pellets), que haría aumentar los montos de exportaciones, y Europa y la India se han retraído en sus compras. Así, las retenciones aportaron 5.658,3 millones de pesos y estos fondos fueron inferiores en un 15,8% con respecto a julio de 2012.
De paso, como Cristina había alardeado, en contraposición, con la módica suma de los tributos a las importaciones, que fueron de 2.221,4 millones de pesos, habiendo crecido 68,4% en comparación con el mismo mes de 2012, Echegaray reforzó los argumentos de ella, afirmando que “no se puede hablar de que las importaciones están trabadas porque sino no tendríamos un récord”. Esa conclusión también es cuestionable, porque todavía no se conocen las cifras de importaciones de julio y lo más probable es que lo principal de ese aumento siga siendo en mayores adquisiciones de combustibles, cuyos impuestos tiene que tributar al propio Estado, a través de los subsidios que otorga a esos combustibles, mucho más caros que los que se producen internamente.