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17 de junio de 2020

El proyecto de expropiación de Vicentin

Los verdaderos dueños de Santa Fe

En la provincia de Santa Fe, la empresa Vicentin, una de las principales exportadoras de aceite y cereales del país, produjo un gran vaciamiento, llevando los fondos fuera del país y pretende seguir operando sin pagar las deudas, particularmente los préstamos de bancos oficiales, o licuándolas al máximo para dar un salto en su inmensa acumulación. Vicentin, el mayor aportante de la campaña presidencial de Macri, seguramente confiaba en su reelección, lo que le daría impunidad para sus delitos. Posiblemente no contó con una derrota, lo que complicó sus planes. Pero además se encontró con fuerzas obreras y populares que se opusieron al vaciamiento, los despidos y cierres y denunciaron con valentía este nuevo y monumental desfalco.

Como los obreros aceiteros que han enfrentado históricamente la superexplotación y el maltrato de Vicentin (como en la década del 90 los 400 despidos, en uno de los más grandes, de los sucesivos vaciamientos producidos). Además, teniendo que afrontar muchas veces la complicidad de algunos dirigentes vendidos a la patronal. Una gran campaña de denuncia de nuestro Partido y del Frente Social y Popular que desde hace 7 años, y después, con las bancas de Carlos del Frade y Mercedes Meier, viene denunciando las superganancias y la extranjerización del principal polo aceitero y exportador de granos del mundo, desarrollado en cien kilómetros alrededor de la ciudad de Rosario.

La consigna “El país se desangra por las barrancas del Paraná” se transformó en nuestro rasgo distintivo, junto con el mapa de los puertos que se ha viralizado en los últimos días.

Nos mueve la convicción de que a través de ese polo económico, se produce una fenomenal extracción de ganancias producidas por el trabajo de nuestros obreros y productores agrarios que van a manos de algunos de los principales monopolios imperialistas de EEUU, China, Francia, Suiza, etc. De las pocas empresas argentinas y cooperativas, algunas como Vicentin están indisolublemente unidas a monopolios extranjeros como Glencore (Suiza) con la que comparte Renova, uno de los más modernos puertos del mundo. A la par de Noble y Cofco, ambos chinos. Y de Cargill yanqui. Entre otros.

El fracaso por ahora de los planes de Vicentin ha puesto en descubierto a los ojos de inmensos sectores de la provincia, cuál es el secreto por el que una provincia inmensamente rica tiene una población inmensamente pobre. Por qué tiene que haber comedores y merenderos como los que heroicamente sostienen las compañeras y compañeros de la CCC, cuando por esos puertos se exportan alimentos para 400 millones de personas y se fugan las divisas que nos obligan a la crisis económica permanente.

Vicentin fue una empresa nacional y familiar hace 90 años. Pero recorrió un camino de acumulación, utilizando sus vinculaciones con distintos gobiernos y la asociación con empresas imperialistas como hoy Glencore, que le permitió, sobre la base de la explotación de miles de obreros y peones rurales del norte santafesino, enriquecerse como se enriqueció otrora La Forestal, pero dejando a ese mismo norte santafesino como la región más empobrecida de la provincia.

 

¿Expropiación, rescate, salvataje, empresa mixta?

Apenas hecha pública la intervención y el envío de un proyecto de expropiación de la empresa, resolución absolutamente justa e imprescindible tomada por el gobierno de Alberto Fernández, se ha desatado una inmensa campaña de contrainformación, provocación, manipulación e intentos de movilizaciones, tendientes a oscurecer y empantanar esa decisión.

La expropiación es la única forma de eliminar a los Vicentin del manejo de las empresas y que vayan a la justicia penal y comercial por los delitos cometidos. Y a la cárcel, que es donde tienen que estar junto a los funcionarios políticos, financieros y judiciales que hicieron posible la estafa. Todas las demás figuras vendidas como más sensatas, como el “rescate”, la “empresa mixta”, “salvataje”, etc., tratan de mantener el poder de los Vicentin, Nardelli y su mafia en las empresas, sin pagar las deudas contraídas.

Solo a partir de la expropiación se puede marchar a la constitución de una empresa pública, sin los Vicentin, pero con la participación y el control de los trabajadores, los pequeños y medianos productores y las cooperativas.

A la vez, abre inmensas posibilidades de avanzar en un gran frente único del pueblo argentino contra sus verdaderos enemigos, origen del hambre, la desocupación, la explotación y la pérdida de soberanía que sufrimos, y que está intolerablemente agravada por la pandemia que atravesamos.

Escribe Luis Molinas

Ver completo: https://pcr.org.ar/nota/el-proyecto-de-expropiacion-de-vicentin/

Hoy N° 1819 17/06/2020