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20 de mayo de 2015

En China, de la mano de la desaceleración económica y de la política antiobrera del gobierno imperialista de Xi Jinping, están creciendo 
los movimientos de protesta de los trabajadores. 

Luchas obreras en China

Reclamos en industrias y mineras estatales

En los últimos días, han trascendido protestas en una fábrica estatal de maquinaria para industria pesada, la China National Erzhong Group Co, con sede en la ciudad de Deyang, en la provincia de Sichuan. Los obreros han salido a las calles a reclamar ante los bajos salarios, y los rumores de despidos de la mitad de los 10.000 trabajadores de Erzhong. Varios analistas destacan que el hecho de que el conflicto se haya producido en una empresa estatal marca cómo han empeorado las condiciones de trabajo en estas empresas, donde los obreros tenían mejores condiciones que en la industria privada. Los trabajadores denuncian que sólo cobran 60 dólares al mes, tras la deducción de impuestos y otros gastos. Además, la bronca crece ante la creciente diferencia salarial entre los empleados jerárquicos y los obreros, y el carácter propatronal del sindicato oficial.
Según el sitio del China Labour Bulletin (www.clb.org.hk) se constata una creciente rebelión contra los sindicatos oficiales, y el surgimiento de “grupos de trabajo” que están apareciendo por toda China, al calor de las luchas. Este movimiento se desarrolla con fuerza desde las luchas de mayo del 2010 iniciadas en la fábrica Nanhai Honda en Foshan, donde consiguieron 35% de aumento salarial, y cuestiona a la Federación Nacional de Sindicatos de China como un apéndice del gobierno, tanto a nivel nacional como en las provincias y ciudades.
Según un informe del CLB, este movimiento al margen de los sindicatos oficiales tuvo un nuevo impulso en setiembre de 2013 en la fábrica Liansheng en Guangzhou, cuando sus trabajadores lograron negociar colectivamente con la dirección de la empresa. 
Este mismo informe registra 1.793 conflictos con actuación colectiva independiente en 2014 y 2015, y que la tendencia es al aumento de las demandas. Lo que antes eran luchas aisladas y locales, se está transformando en acciones regionales.
Un ejemplo de esto son las protestas de miles de trabajadores de las industrias mineras de carbón, hierro, oro y plata de China denunciando que la desaceleración económica está afectando a las empresas mineras en todo el país. Los reclamos más comunes en esta rama de la producción son por la falta de pago de salarios; además ha habido conflictos por los bajos salarios y por la falta de cobro de indemnizaciones por despido.
 
Se desacelera la economía
Una de las mayores protestas se produjo en la ciudad nororiental de Qitaihe el 6 de abril y participaron varios miles de mineros de carbón del Grupo estatal Longmei, que exigían el pago de tres meses de salario atrasados ​​se enfrentaron con la policía. Otro conflicto minero se vivió cerca de la ciudad de Shandong Jining, donde, el 25 de abril, más de 600 mineros de carbón realizaron una protesta por más de cuatro meses de salarios atrasados ​​y la falta de pago de las contribuciones de pensiones. 
La mayoría las protestas se produjeron en las provincias del centro-norte de Shanxi, Shandong y Hebei, una región que vio un enorme auge de la minería en la década de 2000, pero ahora siente claramente los efectos de la desaceleración económica. Según informó el 13 de abril la Asociación Nacional de Carbón de China, el volumen de ventas de carbón se redujo 4,7 por ciento, a 800 millones de toneladas en los primeros tres meses del 2015, mientras que las pérdidas totales de 90 grandes empresas de carbón de China alcanzaron 13.1 mil millones de yuanes. Hay, además, indicios de que la industria del mineral de hierro está experimentando problemas similares.
Esto se da en un momento en que crece el conflicto social, como muestran las grandes manifestaciones en Linshu, en reclamo de un ferrocarril.