Tras las dos primeras semanas del mes de corrida cambiaria, a la que el Banco Central respondió elevando las tasas de interés de sus deudas en Lebacs del 28 ¡al 40% anual!, habiendo tenido que vender igual más de 5.000 millones de dólares de las reservas, el gobierno tuvo que cambiar su estrategia monetaria ante la inminencia de un megavencimiento de dichas Lebacs, para el martes pasado.
Entre otros beneficiarios de la corrida, voceros de Wall Street han informado que el banco yanqui al que perteneció el ministro Luis Caputo, JP Morgan, retiró de la Argentina 1.500 millones de dólares, en cinco jornadas, de a 300 millones diarios. Aprovechó que el Gobierno estaba empecinado en sostener el dólar a 20,55 pesos. Esos días también se hicieron dólares a ese precio y por cantidades semejantes los fondos yanquis BlackRock y Templeton.
Al no detenerse la corrida pese al aumento de las tasas de interés y las ventas de dólares del Banco Central, en el gobierno se impuso la idea de recurrir al Fondo Monetario Internacional y de realizar una oferta extraordinaria de dólares todos los días para sostener el billete estadounidense a 25 pesos. Y negoció con esos fondos del exterior para que volvieran a comprar bonos en pesos, cambiando esos dólares que habían comprado a 20,55 ahora a 25 pesos, haciéndose efectiva la diferencia.
Como eso no alcanzaría para renovar las Lebacs que vencían, aunque ahora la tasa de interés era de 40% y no 28 como antes, tras arduas negociaciones y liberándolos de los encajes por sus depósitos, el gobierno logró que los representantes de los bancos radicados aquí –entre ellos el BBVA(español), el HSBC(anglo-chino), el ICBC(chino), el Macro (Brito) y el Galicia– se comprometieran a comprar Lebacs. Un negocio redondo también para los bancos: usaron fondos inmovilizados a tasa cero para renovar y tomar Lebacs al 40 %. Así se lograron otros 120.000 millones de pesos.
Todo esto, acompañado de la “mega-oferta” diaria de dólares para sostener el billete en 25 pesos, también permitió que Finanzas emitiera dos bonos del Tesoro (los BOTE) a tasa fija que complementaron la licitación de Lebacs. Según trascendió, los fondos BlackRock y Templeton, adquirieron unos 2.500 millones de dólares en estos títulos, con los dólares que habían comprado a 21 pesos durante la corrida y ahora vendían a 25 pesos.
En fin, un negocio redondo para los bancos y fondos especulativos del exterior principales impulsores del sometimiento del país al pacto con el FMI, con el que el gobierno de Macri cree poder perdurar endeudándonos cada vez más y garantizando dicho endeudamiento con más hambre y entrega.
Escribe Eugenio Gastiazoro