En su primera visita oficial a un país europeo, el presidente Macri estuvo en Alemania, después de pasar fugazmente por Francia y Bélgica (en Bruselas, como sede de la Unión Europea, UE).
En su primera visita oficial a un país europeo, el presidente Macri estuvo en Alemania, después de pasar fugazmente por Francia y Bélgica (en Bruselas, como sede de la Unión Europea, UE).
Tanto en su visita protocolar a Francia, como a la UE en Bruselas, el presidente Macri se atribuyó el papel de vocero informal del Mercosur, pidiendo que se reactiven las negociaciones para un acuerdo económico entre ambos bloques, prácticamente estancadas desde 2001.
Soslayando la nueva situación que se ha abierto en Europa con el Brexit (la futura salida de Gran Bretaña de la UE), al menos en sus conferencias de prensa Macri reclamó por las trabas a las exportaciones agropecuarias y agroindustriales a la UE, en particular por el cierre total al biodiesel. Tema que reiteró con la canciller Angela Merkel, tratando de contraponer el papel de Alemania con el de Francia, justo en el momento en que aquélla necesita más de ésta para evitar la disgregación de la UE ante las futuras negociaciones para la salida del Reino Unido. Así le dijo: “Necesitamos que Francia flexibilice sus posiciones, pero confío en el liderazgo de Alemania”.
Ni lerda ni perezosa, la Canciller se encargó de aclarar que la resistencia no es sólo de ese país europeo, sino que también proviene de Alemania. “Nuestro ministro de Agricultura también vela por los detalles y va a ser muy complicado porque la Argentina ahí tiene sus puntos fuertes”, señaló, aunque agregando después: “Eso no quiere decir que no lo vamos a poder hacer”.
A esto se agrega otro dato desalentador para las negociaciones UE-Mercosur. Y es que, para aliviar el efecto desintegrador del Brexit, la Comisión Europea resolvió que todos los acuerdos de libre comercio del bloque deben ser aprobados por los parlamentos de todos los países que integran el mismo, lo que por ahora los torna inalcanzables.
Con “los dueños del circo”
Después el presidente Macri se centró en entrevistas con los presidentes de algunos de los principales grupos monopolistas de Alemania, que son la punta de lanza de la penetración de ese imperialismo en nuestro país.
Así, elogio va elogio viene, y promesas mutuas, Mauricio Macri se reunió con el presidente de Volkswagen, que tiene sus plantas en Pacheco (Buenos Aires) y en Córdoba. Luego con el de Mercedes-Benz, con quien habría hablado del proyecto para producir la primera pick-up de la empresa, en alianza con el monopolio de Japón Nissan, y de “algunas otras inversiones que se van a definir en los próximos meses y que tiene que ver con un nuevo modelo para la planta en La Matanza”.
No faltó la visita al emporio de Siemens, uno de los pioneros de la avanzada del capital monopolista de Alemania en Argentina de hace más de cien años (electricidad, tranvías, subterráneos), con históricos escándalos en la economía y la política de nuestro país, para terminar con Wintershall, el mayor monopolista de petróleo y gas en Alemania y cuarto productor de gas en Argentina. Su principal yacimiento está costa afuera en Tierra del Fuego.
