Macri y su Ministra de Seguridad Bullrich trabajaron para silenciar el repudio popular al Presupuesto exigido por el FMI. Así instrumentaron su dispositivo represivo y el accionar de provocadores a su servicio. Y un gran operativo mediático para presentarse como víctimas de la violencia desestabilizadora. Un propósito a varias bandas tras la ilusión de blindar el ajuste de la combativa respuesta obrera y popular. Tras los gases, las balas de goma y las detenciones. Ahora se plantean deportar a cuatro extranjeros apresados a 20 cuadras del Congreso bajo la acusación de “atentado contra el régimen democrático”. Pretenden consumar este atropello por la sola “prueba” de lo afirmado por los ejecutores de la represión.
El macrismo nos retrotrae a los días de la Ley de Residencia. Quizá busque revivir también los progroms de la Sociedad “Patriótica”. La caza de revoltosos. Para “legitimar” estos intentos fascistoides activarán la Ley antiterrorista. Porque en cada luchador que se les opone entrevén un terrorista. Mientras celebran a aquellos extranjeros con los que hacen negocios miran de reojo a mujeres y hombres del Pueblo a los que la vida desarraigó de sus países de nacimiento. Contrarían la Constitución que da la bienvenida a “todos los hombres de bien que quieran habitar el suelo argentino”. Si fuese por ellos la lucha es un derecho que nos estaría vedada a todos. Por ahora comienzan por nuestros hermanos extranjeros.
Esta operación escarmiento reviste la mayor de las gravedades. De una magnitud semejante a la de los asesinatos impunes de Sergio Maldonado y Rafael Nahuel.
No es que no haya nada para desterrar. Luchamos por desterrar de nuestra Patria las injusticias, la pobreza, el hambre. La expoliación de nuestros recursos y el deterioro del medio ambiente. Los atropellos contra las mujeres. Por eso salimos a enfrentar la subordinación del Gobierno al FMI. Y denunciamos este Presupuesto. Denunciamos la violencia implícita en la política para unos pocos a costa de las mayorías y la consiguiente violencia represiva sobre la que pretenden sostenerse. No es tampoco que nos falten extranjeros indeseables. Un orgulloso Macri se apresta a recibir a los Jefes de las potencias imperialistas. A fines de noviembre, en el G20, desembarcarán Trump, Xi Jipiang, Merkel, Putin, Macron, May. Responsables directos de buena parte de nuestras desventuras. Y de las de los otros Pueblos del Mundo. Servilmente Macri los homenajeará. Nosotros los repudiamos. Al igual que a los indeseables de sus Servicios que tutelan las fuerzas represivas locales. O las bases yanquis y chinas ya instaladas o a instalarse.