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27 de octubre de 2021

El espionaje a los familiares de la tripulación del ARA San Juan

Macri, un cínico

El expresidente Mauricio Macri no se presentó ante el juez Martín Bava por la denuncia sobre espionaje contra los familiares de la tripulación del submarino ARA San Juan. En resumen, sostuvo en la presentación realizada por su abogado Pablo Lanusse, que respeta la Justicia, que no espió a nadie y que teme “prejuzgamiento”.

Está más que probado que a través de la AFI (Agencia Federal de Investigaciones), el gobierno de Macri y el propio Macri ordenaron el seguimiento y espionaje contra los familiares de la tripulación. Un cínico.

Son los familiares quienes han demostrado de manera indiscutible que fueron espiados e incluso amenazados para que desistieran de su lucha por Verdad y Justicia.

Las querellas, tanto la representada por la Dra. Valeria Carreras como la representada por Luis Tagliapietra, reclamaron la detención del ex presidente por estar “acreditada la reticencia del encartado Mauricio Macri y la incomparecencia injustificada del reo Macri”.

Macri siempre demostró desprecio por los tripulantes y los familiares del submarino siniestrado. Vale recordar su aparición en la Base Naval de Mar del Plata en ropa deportiva, luego de jugar al tenis que le valió el repudio de los familiares que, con razón, se sintieron humillados por quien prefirió jugar un partido de tenis antes que acompañar sinceramente a quienes atravesaban una situación por demás dramática.

Macri volvió a reunirse con los familiares en la Casa de Gobierno, pero fue una tensa reunión en la que el entonces presidente no ofreció ninguna seguridad sobre las tareas del gobierno para hallar al submarino naufragado. La reuniones posteriores las tuvo que hacer en soledad el ministro Aguad quien siempre fue duramente cuestionado por su desidia y por el abandono a que sometió a los desaparecidos del submarino y el maltrato contra sus familiares.

La tragedia del ARA San Juan puso en evidencia el grado de destrucción de todo el sistema de Defensa Nacional. Desde la derrota en la batalla de Malvinas, nuestro país fue sometido al castigo infinito por parte de las grandes potencias mundiales, especialmente EEUU y El Reino Unido de Gran Bretaña. La firma de los Acuerdos de Madrid de octubre de 1989 (paraguas británico de soberanía) y febrero de 1990 (control de policía de las fuerzas armadas argentinas de parte de Inglaterra), negociados por Alfonsín-Caputo y firmados por Menem-Cavallo, significó en los hechos la rendición ante el invasor colonialista. Estos Acuerdos están plenamente vigentes y fueron ampliados y consolidados por el Acuerdo o Nota de entendimiento “Malcorra-Duncan y Foradori-Duncan”.

Este último entendimiento, fue la concesión de Macri a todas las exigencias británicas realizadas por la entonces primer ministra británica Theresa May en una carta de agosto de 2016. El 15 de noviembre de 2017 desaparecía el ARA San Juan. El hecho trascendió a la prensa a la noche del día siguiente y fue informado oficialmente dos días después mediante un comunicado oficial de la Armada Argentina. El ministro Aguad se enteró de la tragedia por los medios.

La desaparición se produjo a las  7.30 de la mañana (hora argentina) en aguas del Mar Argentino, con 38 tripulantes y 6 buzos tácticos a bordo. Pasado un año y dos días la nave fue encontrada por una empresa privada, con toda su tripulación muerta, muy cerca del punto de desaparición y en el lugar donde se suponía que se encontraba, a 907 m de profundidad. ​ El hundimiento y las búsquedas posteriores a la desaparición, el tratamiento de parte de Macri y Aguad motivaron sospechas por  irregularidades, negligencia, informes tardíos, contradictorios o directamente falsos y conflictos con los familiares de los marinos que exigían verdad y justicia.

Escribe Alberto Cordelli

Hoy N° 1887 27/10/2021