El 22 y 23 de enero Macri estará en Moscú donde lo espera Vladimir Putin para tratar numerosos temas, entre ellos: la cooperación en materia de seguridad, el incremento comercial entre ambos países y las inversiones rusas en materia de energía nuclear y astilleros. La agenda de Macri y Putin se terminó de cerrar en diciembre cuando visitó la Casa Rosada el consejero nacional de seguridad de Putin, Nicolai Patrushev, y con una visita de empresarios rusos interesados en inversiones para astilleros, ferrocarriles y agroalimentos de la Argentina.
También se tratará un tema que complica la balanza comercial entre ambos países (y que durante la gestión de Cristina Kirchner nunca se resolvió) como es la diferencia de números que tienen de un lado y de otro, ya que Rusia cataloga los productos importados de la Argentina por origen y nuestro país lo hace por lugar de embarque, con lo cual nunca logran coincidir los números de ambas aduanas. Este es un tema que preocupa a los rusos y que quieren resolver.
A su vez, se sabe que el embajador argentino Ricardo Lagorio está trabajando intensamente en Moscú con una amplia agenda para fortalecer las relaciones bilaterales. Allí se incluye la intención de la Argentina de aumentar el volumen de exportaciones de productos alimenticios y trabajar también en forma conjunta por acuerdos de seguridad y defensa. Cuestión que se habría ratificado cuando Putin se comunicó por teléfono con Macri para enviar un sumergible que estuvo trabajando en el Sur para la búsqueda del submarino ARA San Juan. El buque ruso Pantera Plus se incorporó así en las tareas para determinar señales a 477 metros de profundidad.
El estrechamiento de la relación estratégica con el imperialismo de Rusia ha provocado resquemores y mayores presiones de los otros imperialismos presentes en el Atlántico Sur, en particular los de Inglaterra y de China, y agrava la situación de indefensión de nuestra Nación en un mundo donde se tensa la contradicción entre las diferentes potencias imperialistas y los distintos monopolios y grupos de monopolios imperialistas resonando sobre nuestros países sus tambores de guerra.
