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25 de abril de 2012

El viernes 20 de abril, se realizó un panel debate con la presentación del número 74 Política y Teoría, revista del comunismo revolucionario
de la Argentina.

Malvinas: soberanía y patrimonio

Hoy 1416 / Presentación de la revista PyT en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires

La presentación y coordinación de la mesa estuvo a cargo del director adjunto de la revista Política y Teoría, Carlos Echagüe, quien introdujo sobre la crisis internacional actual, hizo una síntesis de este número que tiene como ejes: “La crisis ¿quién la paga? Malvinas: una causa nacional. Megaminería: soberanía y patrimonio. Comentó que una de las panelistas, Maristella Svampa, no pudo estar presente por compromisos personales, pero que envió una carta manteniendo su compromiso. Los panelistas fueron: Martín Scalabrini Ortiz, Mario Cafiero y Horacio Micucci.

 

Cuando hablamos de Malvinas hablamos de petróleo
Martín Scalabrini Ortiz, en el comienzo de su intervención, relató dos experiencias poco conocidas sobre el heroísmo y la valentía de los soldados, suboficiales y oficiales que pelearon en Malvinas, que se mantuvieron en combate hasta último momento. Sin embargo, en palabras de Scalabrini Ortiz: “sufrieron el olvido y la dejadez de nuestra sociedad que le dio la espalda por ser “trofeos de vergüenza” más que héroes de guerra como debieron ser llamados”.
Más adelante dijo: “El conflicto de Malvinas es inconmensurable, estamos hablando de millones de kilómetros cuadrados, estamos hablando de riquezas, estamos hablando de recursos, estamos hablando de petróleo. Y cuando hablamos de petróleo hablamos también de las cuatro compañías que están haciendo algunas exploraciones, que aparentemente descubrieron –las últimas informaciones hablan de– 12.850 millones de barriles. Si tomamos en cuenta que la mitad de eso podrían llegar a ser reservas efectivas, estamos hablando de 6.500 millones de barriles que prácticamente un 320% de las reservas que tiene la Argentina”. Denunció que las empresas que están operando en Malvinas, tienen operaciones comerciales en el continente, cuando está la Ley 26.659 que castiga a empresas que operen en Malvinas, y “sin embargo no se está aplicando en nuestro país”.
Frente a la medida que anunció la presidenta frente a YPF, dijo: “es un punto de partida como para empezar a discutir a partir de aquí políticas para la verdadera recuperación de nuestra soberanía energética. Nosotros apuntamos a una YPF 100% pública, 100% estatal con control de las provincias, de todas las provincias y de la Asociación de Consumidores.”
Para finalizar, Scalabrini Ortiz dijo: “Tenemos que estar con los ojos bien abiertos porque por supuesto la intervención de la empresa por parte de Julio De Vido, ya sabemos quién es, es la continuación de las políticas de los últimos ocho años que son la continuación del modelo neoliberal energético en nuestro país”.

 

Por una Antártida sudamericana
Mario Cafiero comenzó su intervención sobre cómo Inglaterra ha avanzado desde 1982 a esta parte sobre nuestro territorio y mar adyacentes a las islas. “Son 5 millones de quilómetros cuadrados que están en disputa”.
Más adelante, criticó como “ignorantes” a los diecisiete intelectuales –entre los que se encuentra Sarlo, Lanata, etc.- que cuestionaron la defensa de Malvinas, y a quienes “tomaron la misma visión y la misma doctrina y la misma línea que los ingleses (…) copiaron asquerosamente, vergonzosamente esto de que “a los isleños hay que reconocerles la autodeterminación”. Y allí, además de describir la composición de los habitantes de las islas, reflexionó: “La autodeterminación es un argumento for export de Inglaterra porque si hablamos del Reino Unido ¿qué autodeterminación tienen los irlandeses? Reino Unido es la unión de Irlanda, Gales, Escocia” que los ingleses “hicieron a los palos y a la guerra.”
Más adelante, Cafiero planteó la conexión Malvinas-petróleo y dijo: “la Tacher no habría que llamarla la dama de hierro sino la dama del petróleo. Es el petróleo la que la motivó a esta guerra”. Y dijo que la militarización le permitió a Inglaterra desarrollar la explotación de petróleo.
Para finalizar, Cafiero planteó que para recuperar las Malvinas, Argentina debería salir de la OTAN y los ejercicios militares que comparte con Inglaterra desde la época de Menem-Cavallo, y deberíamos “ir a lo nuestro”. “El principal escenario es la ONU, ahí tenemos que volver a los No Alineados, recuperar nuestra tradición histórica”, dijo. “Tenemos que pensar en grande, buscar aliados en los intereses también, no solo en la cuestión diplomática, tenemos que proponerle a Uruguay hacer un mercado común de pesca en el Atlántico Sur, y sumar en ese mercado a Paraguay y Bolivia que no tienen salida al mar. Nosotros tenemos que con Chile ahondar esfuerzos, para acordar que la Antártida tiene que ser Sudamericana, no solo argentina y chilena, porque es la continuidad de Sudamérica… y aquí se trata sacar América Latina al Reino Unido, terminar con este colonialismo absurdo.”

 

Malvinas: una causa justa
Horacio Micucci habló en nombre del “colectivo intelectual” Santiago Pacheco y desarrolló seis puntos ejes de la discusión sobre Malvinas y petróleo.
La primera cuestión que planteó para analizar es que “vivimos en un mundo donde un puñado de potencias imperialistas se disputan ese mundo a expensas de los pueblos, países y naciones oprimidas”, y que la Argentina en la época de la guerra de Malvinas estaba en “el mismo mundo, nada más que allí disputaban dos superpotencias, una socialista de palabra e imperialista en los hechos, otra supuestamente democrática de palabra e imperialista en los hechos. Y en ese mundo, Argentina es un país dependiente.”
Luego Micucci planteó “la causa Malvinas es una causa justa porque es un reclamo en caso de colonialismo”, y al referirse al marco de la dictadura en que se desarrolló: “la guerra de cualquier país oprimido del mundo, contra un país opresor, es una guerra justa, independientemente de quien la inicie, de quien gobierne en cualquiera de los dos países, y de cuales fueran los objetivos”.
A continuación definió: “Malvinas es como un portaaviones gigante, una pistola amartillada contra el corazón de una Argentina independiente. No se puede imaginar que Argentina sea independiente con esa amenaza militar, que además tiene expresiones concretas de avance que se extiende en el mar y va armando un dispositivo estratégico que va más allá de nosotros que es el control del Atlántico sur”.
Para finalizar, Micucci reflexionó que para la recuperación del petróleo “hay que organizar al pueblo, estamos promoviendo la organización de una revitalización del movimiento nacional de defensa del petróleo argentino, que presidía Silenzi de Stagni, pero como un movimiento nacional y federal donde participen los que trabajan, los que están en el campo, los que están en las aulas, en cada lugar, en cada pueblo… porque si esto no lo toma el pueblo en sus manos, va a ser una nueva derrota. Y así como luchamos para que Malvinas sea un triunfo, vamos a luchar para que la guerra del petróleo también sea un triunfo”.