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02 de octubre de 2010

A 25 años de la Guerra Nacional de Malvinas, el imperialismo inglés reivindica su agresión colonialista y su ocupación militar. El gobierno de Kirchner desconoce la recuperación histórica y la defensa patriótica, realizada por los veteranos.

Malvinas: una guerra justa

Hora política

1 – Crece la rebelión santacruceña
La rebelión santacruceña ha sacudido al gobierno en el lugar que menos esperaba: la provincia que considera su “patio trasero”.
La lucha de los docentes de Santa Cruz ha golpeado al corazón de la política kirchnerista: financiar el llamado “superávit” presupuestario con bajos salarios de los estatales, básicos mínimos ($ 161 para los docentes, $ 41 para las enfermeras, etc.) que unifican hacia abajo la escala salarial y en la mínima a la inmensa mayoría de los jubilados. Ese falso “superávit” (en realidad es un robo salarial), va a “obras públicas” negociadas con las empresas de los amigos y socios del kirchnerismo: Esquenazi (ya compró tres bancos provinciales), Báez (habría comprado la estancia El Cóndor), López (se quedó por monedas con la planta de soda solvay que al Estado le costó 800 millones de dólares), etc.
La decisión de los docentes de exigir aumentos al básico para aumentos de acuerdo a la canasta familiar, ganó el apoyo de los estatales, de la comunidad educativa, y de amplios sectores sociales y políticos, como se reflejó en la movilización de más de 10.000 personas el miércoles pasado.
La rebelión sureña ha pasado a ser un punto de referencia, para los docentes en lucha de diez provincias, como las masivas movilizaciones del los trabajadores del Astillero Río Santiago para los estatales. Son luchas que desnudan las negociaciones de las cúpulas sindicales, como Moyano y Yaski, con las patronales y el Estado, pactando aumentos miserables y en negro a espaldas de los trabajadores.
Una idea circula por abajo: el gobierno no controla los precios, están liberados; lo que hace es controlar los índices para mostrar cifras de inflación truchas. La lucha por salarios básicos de acuerdo a la canasta familiar gana terreno, pese a las condiciones difíciles que le imponen el gobierno, las patronales y los jerarcas traidores y conciliadores.


2 – El 24: plazas masivas
Grandes movilizaciones y actos llenaron las plazas en todo el país mostrando la enorme envergadura de las reservas democráticas del pueblo argentino. En todas ellas estuvo la condena al golpe de Estado de 1976 y a la dictadura genocida, unida a la exigencia de la aparición con vida ya de Julio López.
El gobierno no pudo apropiarse del 24 de marzo. En el acto oficial en el infame campo de concentración de La Perla, se escucharon discursos firmes de organismos de derechos humanos. Kirchner “ajustó” su libreto, atacó al “Chacal” Menéndez y responsabilizó por la desaparición de López a “los de siempre”. No dijo nada, por cierto, de que él, como presidente, es el jefe político de algunas de las organizaciones con muchos de “los de siempre”; y que tres días antes ordenó al bloque oficialista no dar quórum en la sesión de la Cámara de Diputados que intentó tratar la nulidad de los indultos a los genocidas de la dictadura.
Hubo actos unitarios. Hubo lugares en los que hubo dos actos. Las fuerzas de la “izquierda kirchnerista” (que fue la principal movilizadora a los actos oficiales), en muchos casos, incorporaron en sus documentos posiciones con críticas al gobierno, y garantizaron su desconcentración para la realización de los actos de las fuerzas democráticas que reclamaron contra la impunidad de ayer y de hoy, como ocurrió en Plaza de Mayo. Muy pocas voces, como la de Estela Carloto, festejaron como un éxito la división del movimiento democrático alentada desde la Rosada.
El masivo acto del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia llenó la Plaza de Mayo, con una gran participación de jóvenes. Hubo Madres, Hijos y organizaciones de derechos humanos como Liberpueblo. Participaron la Multisectorial de La Plata y otros organismos de coordinación popular. Y numerosas organizaciones sociales y políticas, entre ellas una gran columna del PCR, la JCR, la CCC, Amas de Casa del País, la CEPA y el MUS. El documento, con el consenso de 354 organizaciones, puntualizó los reclamos democráticos y la lucha contra la impunidad de ayer y de hoy.


3 – El 2, con los veteranos
“Los problemas son demasiados, los frentes de lucha son muy fuertes y la provincia no está preparada (…) ni siquiera el tamaño de su Estado, que parece muy grande y es chico (…) para resolver acabadamente los problemas. (…) No tuve tregua ningún mes en estos cinco años y medio”. (Perfil, 25/3) La confesión pertenece al gobernador bonaerense, Felipe Solá, y es bastante sincera en cuanto al drama de fondo de las clases dominantes argentinas: apagar las brasas del Argentinazo, para cerrar la crisis de hegemonía con un Estado oligárquico-imperialista fuerte.
Un episodio casi de la vida cotidiana: la protesta de los usuarios del ferrocarril y el paro de los maquinistas, volvió a mostrar como brota la bronca ante el fracaso de la política de privatizaciones y de enormes subsidios estatales a esas empresas privadas. Pero la respuesta del gobierno es más gendarmes y más subsidios (como los que nuevamente le va a dar al Belgrano cargas que le entregó a Macri y a los chinos).
Otro hecho, el enjuiciamiento de Ana Galmarini, Ana María Riveiro, Ema Martín y Sara Coll, dirigentes del MML perseguidas por su defensa de los productores agropecuarios contra la usura. Productores, personalidades y organizaciones populares se movilizaron a Mercedes en apoyo al MML.

Del 24 de marzo al 2 de abril
En la Argentina de hoy, la rebelión santacruceña muestra el camino de unirse en la lucha por los grandes problemas populares, para soplar las brasas del Argentinazo que quieren apagar tanto el kirchnerismo como sus opositores dentro del sistema. También, para las grandes causas democráticas como el 24 de marzo, o patrióticas como el 2 de abril.
A 25 años de la Guerra Nacional de Malvinas, el primer ministro inglés, “Tony” Blair, afirmó provocadoramente que si él hubiera estado en el lugar de Margaret Thatcher también hubiera invadido las Malvinas. No hubo respuesta del gobierno argentino a esa provocación.
De igual manera, el kirchnerismo sigue desconociendo la histórica recuperación de Malvinas desde el 2 de abril hasta el 14 de junio. Le hace un favor al imperialismo inglés al no denunciar su invasión y ocupación como una nueva agresión colonialista. Y mantiene el ocultamiento del carácter patriótico de los que enfrentaron con las armas al imperialismo inglés, independiente de la dictadura que malgastó esos esfuerzos de los veteranos y condujo la batalla a la derrota.
Por eso, este 25 aniversario, el justo homenaje estará nuevamente en manos de las fuerzas populares y patrióticas, rodeando a nuestros veteranos del apoyo que se merecen.