Todas las organizaciones de los combatientes de Malvinas llamaron a acatar el aislamiento social preventivo obligatorio decidido por el gobierno nacional. Todas ellas suspendieron los actos públicos y convocaron a realizar banderazos y a malvinizar desde las redes sociales. También se pusieron al servicio del pueblo para diversas tareas solidarias.
La pandemia del coronavirus ha producido un viraje en la situación sanitaria, social, económica y política argentina. El gobierno nacional viene tomando medidas para abordar la grave situación sociosanitaria que plantea la enfermedad.
La propuesta del presidente de la Nación sobre la cuestión Malvinas de constituir un Consejo Federal para diseñar una política de Estado sobre Malvinas ha quedado, evidentemente, postergada. Ese Consejo Federal integrado por combatientes de Malvinas, especialistas, la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, entre otros, deberá abordar todos los desafíos que plantea la nueva ocupación británica de nuestros territorios del 14 de junio de 1982, y sus pretensiones de colonizar más de cinco millones de kilómetros cuadrados de territorios de indudable soberanía argentina.
Malvinas y la herencia macrista
¿Con qué situación en el Atlántico Sudoccidental se encontró el gobierno del Frente de Todos en diciembre de 2019?
El Reino Unido de Gran Bretaña a Irlanda del Norte, que viene de concretar su separación de la Unión Europea (Brexit), ha ratificado su negativa a acatar las resoluciones de las Naciones Unidas que le impone negociar con nuestro país sobre la soberanía en Malvinas y demás territorios usurpados.
Boris Johnson, primer ministro británico, les dijo a los ingleses que ocupan Malvinas en su mensaje de fin de año publicado en el periódico de las islas Penguin News, en diciembre y a días de la asunción del presidente Fernández la presidencia en nuestro país: «Permítanme reasegurarles que nuestro apoyo a su derecho a determinar su propio estatus político no va a cambiar».
Agregó: “Hace solo unos años, un abrumador 99,8 por ciento de ustedes votó para permanecer como territorio británico en el extranjero, y si he aprendido algo de mi tiempo como primer ministro, es que no estoy en el negocio de ignorar los resultados del referéndum”, añadió sobre las islas que el Reino Unido ocupa militarmente en el Atlántico sudoccidental.
“Pueden estar seguros de que, aunque estén a ocho mil y tantas millas de distancia, las ´Falklands´ [sic] y su increíble pueblo estarán en mis pensamientos esta Navidad y durante mi tiempo como primer ministro”, precisó.
Como se sabe, ese “referéndum” fue rechazado por nuestro país y carece de todo valor jurídico para los organismos internacionales.
El referéndum en Malvinas planteó una situación similar a la que el Reino Unido realizó en Gibraltar y que también fue rechazado por las Naciones Unidas en 2002.
El colonialismo es, para las Naciones Unidas, un crimen contra la humanidad. Una población inserta, como es el caso de Malvinas, no puede arrogarse derechos de autodeterminación.
Por eso este organismo internacional rechazó los mencionados referéndum e insistió en que el Reino Unido y Argentina deben sentarse a negociar para dar solución al diferendo sobre Malvinas.
Recordemos que el Reino Unido, respondiendo a un pedido de las Naciones Unidas, reconoció el status colonial de Malvinas en la década de 1940. Posteriormente, desoyó las decisiones de las Naciones Unidas plasmadas en las Resoluciones N° 1514 y N° 2065 que obligan a las partes a negociar la soberanía de los territorios y poner fin a la usurpación colonial de los mismos.
El macrismo, con su política probritánica, facilitó la consolidación de la ocupación colonialista. Los Acuerdos y/o Notas de Entendimiento firmados por la entonces ministra de Relaciones Exteriores Susana Malcorra, el vicecanciller embajador Carlos Foradori con el entonces vicecanciller británico Alan Duncan, sirvieron para consolidar la ocupación colonial británica.
Esos Acuerdos/Notas de Entendimientos, respondieron satisfactoriamente a los pedidos que la anterior primera ministra británica Theresa May le hizo en una carta a Macri, quien ordenó satisfacer todas las exigencias británicas, que significaron graves concesiones en pesca, hidrocarburos, y otras facilidades para los intereses británicos en el Atlántico Sudoccidental.
Distintas personalidades patrióticas han solicitado al secretario de Malvinas Daniel Filmus, entre otras medidas, la derogación de los Acuerdos Malcorra-Foradori-Ducan, la aplicación estricta de la ley (llamada Ley Solanas) que impide a las empresas tener inversiones en Malvinas y en la parte continental de la Argentina, una ley que prohíba el amarre de buques británicos o de otras naciones que sirvan para el aprovisionamiento de la ocupación colonial británica (ley basada en las Leyes provinciales conocidas como “Ley Gaucho Rivero”) y, acorde con lo propuesto por el presidente Alberto Fernández, la convocatoria a un gran debate nacional para discutir la denuncia de los Acuerdos de Madrid de octubre de 1989 (paraguas de soberanía) y de febrero de 1990 (control de policía de parte de Reino Unido sobre las fuerzas de defensa nacional argentinas), la Ley N° 24.184 de Garantía a las Inversiones Británicas, todos ellos instrumentos que significaron, en la práctica, la rendición de la Argentina ante el imperialismo inglés.
Una oferta a los británicos
El Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina informó en un comunicado en su página web, que el secretario de Malvinas, Daniel Filmus, ofreció al Reino Unido por la pandemia del coronavirus, asistencia médica, vuelos sanitarios y alimentos frescos para la población británica que ocupa Malvinas, una oferta que llamó poderosamente la atención y generó un gran malestar en la familia malvinera.
Luego, en un reportaje del Observatorio Malvinas, Filmus ratificó esa oferta y agregó que era tanto para civiles como para militares. El argumento central para justificar su ofrecimiento fue que las Islas son territorio argentino y toda persona que habite suelo argentino tiene derecho a asistencia médica.
Como dice Filmus, los territorios australes son argentinos, pero son territorios ocupados militarmente por los colonialistas británicos. Y esa es una situación que la pandemia no modifica.
La inmensa mayoría de la población británica en las islas la constituyen las tropas de ocupación colonialista con base en la estratégica Base Militar de Monte Agradable (Mount Pleasant) cabecera del complejo militar integrado además de Malvinas, por las islas Santa Helena y Tristan Da Cuhna. Desde esa base, todos los años, se realizan los ejercicios militares cuya hipótesis de conflicto es una guerra contra Argentina, y se amenaza la integridad territorial continental de nuestro país.
Por otra parte, dicha base posee un gran hospital militar. Toda la logística de las Islas (alimentos, medicamentos, etc.), la realizan los británicos desde aeropuertos y puertos de Uruguay y Brasil. Justamente por esta situación contraria a los intereses argentinos, el canciller Felipe Solá se reunió semanas atrás con su par uruguayo para solicitarle el cese de esos vuelos. No hay noticias, conocidas, de que haya infectados entre los británicos ni tampoco que haya mediado un pedido de la Embajada británica en la Argentina. El gobierno británico rechazó por boca de sus voceros en las Islas la oferta hecha por Filmus.
Volveremos
Hoy como ayer, reivindicamos el heroísmo de los 649 héroes que murieron luchando contra el imperialismo inglés durante la reconquista y defensa de los territorios de indudable soberanía argentina, los justos derechos argentinos en defensa de la integridad territorial completa y la recuperación de Malvinas, islas adyacentes, mares y espacios aéreos y la consiguiente proyección a la Antártida Argentina.
Escribe Alberto F. Cordeli
Hoy N° 1808 01/04/2020