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29 de agosto de 2012

Reproducimos el comunicado difundido por la Junta interna de ATE-Indec, en respuesta a su interventora, sobre la distorsión de la información del costo de la canasta básica.

Manipulación de estadísticas públicas

Hoy 1434 / Respuesta a Ana Edwin de la Junta Interna ATE/Indec

En consideración a las recientes declaraciones de la directora de Indec, Ana María Edwin, con relación a la Canasta Básica producida por el organismo, los trabajadores nucleados en ATE, que venimos denunciando la manipulación de los datos desde hace más de cinco años, una vez más, decimos:

En consideración a las recientes declaraciones de la directora de Indec, Ana María Edwin, con relación a la Canasta Básica producida por el organismo, los trabajadores nucleados en ATE, que venimos denunciando la manipulación de los datos desde hace más de cinco años, una vez más, decimos:

En julio de 2007, la directora de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y el equipo técnico que la acompañaba, fueron desplazados de sus cargos, por haber enviado a la dirección del Indec un memo, donde se decía que en las condiciones en las que se estaba produciendo el IPC (insumo esencial para el cálculo de la líneas de pobreza e indigencia que estaba siendo claramente manipulado) no se podía calcular seriamente el dato de pobreza e indigencia.

La metodología de cálculo de la pobreza e indigencia que se utilizaba entonces y que, teóricamente al menos se sigue empleando hoy, es una metodología usada internacionalmente y avalada por Cepal y otros organismos internacionales dedicados a estudios estadísticos.
La directora del Indec declara a la agencia Paco Urondo: “Vos me podrás preguntar ¿por qué no discontinúan la Canasta Básica Alimentaria? No la discontinuamos porque sirve como serie temporal para ver cómo va evolucionando la condición de vida de la población…. Era un indicador interesante en los años 80, hoy en día no tiene ningún valor para saber efectivamente cómo está viviendo el pueblo, pero lo seguimos llevando adelante para no discontinuar una serie de estadísticas que nos permite ver si hay mejoramiento, como tendencia general no como dinero per cápita, o si hay empeoramiento en las condiciones de vida de la gente.”

El argumento de no discontinuar la serie temporal carece de todo sentido. Le preguntamos a la directora, por ejemplo, por qué se discontinuó la serie del IPC Nacional sin ningún argumento técnico válido, así como ocurrió también con el cálculo de la distribución del ingreso. También le preguntaríamos por qué se publica mes a mes una valorización de la canasta básica alimentaria (CBA) sin ninguna aclaración sobre la validez de ese dato. Más aún, no entendemos cómo la funcionaria no le ha explicado a la presidenta que los datos de pobreza e indigencia que con alguna frecuencia menciona en sus discursos, están obsoletos y que esa información “no tiene ningún valor para saber efectivamente cómo está viviendo el pueblo”.

 

No somos cómplices de la mentira
En cuanto a lo técnico, existen metodologías de transición en el caso de que se deba hacer un cambio metodológico de algún indicador y su serie de tiempo, sin que deba lamentarse ninguna “discontinuidad”, por lo cual consideramos totalmente carente de sentido el argumento de que “lo seguimos llevando adelante para no discontinuar una serie”.

Ana María Edwin está a cargo del Indec desde hace cinco años y cumple funciones en el organismo desde hace más de treinta. Es la responsable de que no se hayan hecho adecuaciones metodológicas a los distintos indicadores. En particular, no se ha actualizado la Canasta Básica Alimentaria a partir de la Encuesta de Gastos de los Hogares 2004-2005, que permanece sin publicarse. La actual directora trabaja en el Instituto desde hace décadas y, si bien se desempeñaba en el área de Recursos Humanos, por lo que su conocimiento de las técnicas y metodologías empleadas en el Instituto era muy tangencial, cuando aceptó convertirse en la directora del organismo asumió la responsabilidad por las decisiones tomadas en ese terreno… así como también es responsable del desplazamiento y persecución de los trabajadores que denunciamos la manipulación.

Declara también Ana Edwin que “El Indec nunca ha difundido que se necesitan $6 para que una persona coma por día”. Es cierto, el comunicado dijo que un hogar de cuatro miembros (2 adultos y 2 niños) necesita $688,37 para satisfacer sus necesidades kilocalóricas y proteicas. La sencilla cuenta de dividir por 4 (cantidad de miembros) y, luego por 30 (cantidad de días por mes), da $5,74 por día por persona.

No somos cómplices de la mentira. La falta de vergüenza de los funcionarios que dicen que una persona puede alimentarse con $6 por día es el resultado escandaloso de la manipulación de los datos desde hace cinco años y siete meses en el Indec.