Noticias

02 de octubre de 2010

Manto “de izquierda” para política de derecha

Hoy 1220 / Sobre un reportaje a Yasky en el semanario del PC

El semanario del llamado Partido Comunista de la Argentina, Nuestra Propuesta, del 29 de mayo pasado, publica en sus páginas centrales un extenso reportaje a Hugo Yasky, secretario general del CTA, entregador de las luchas de los trabajadores de la educación hoy devenido en abierto defensor de la política kirchnerista. Desde una supuesta imparcialidad propia del trotskismo (“Este es un conflicto que se da en el bloque dominante… estamos en una disputa en el bloque de poder por la expropiación de un excedente”), Yasky trata de justificar su posición prokirchnerista diciendo que lo que está en debate es “la potestad del Estado de intervenir en la economía apropiándose de parte de esa renta extraordinaria”. Así, hablando de un Estado por fuera de las clases, busca transformar lo que define como un conflicto en el bloque dominante, en un conflicto en el que el gobierno de los Kirchner estaría jugando un papel positivo frente al supuesto “embate neoliberal” de los piquetes agrarios. Con lo que se “come” el verso gatopardista de los sectores del bloque dominante que en nombre de defender el Estado (¿qué Estado?, repetimos) contra el neoliberalismo, y “su política” de “distribución de la riqueza”, lo que hacen es apoderarse de parte de esa riqueza en desmedro de todo el pueblo, de las provincias y de la Nación misma.

Contra la FAA
Pero Yasky tiene que explicar también por qué en su defensa del gobierno K enfrenta incluso a la Federación Agraria. Para él se debería a que, por “el crecimiento” kirchnerista, habría cambiado la base social de la FAA: ya no sería la de aquellos chacareros, pequeños y medianos productores que en la década de 1990 “estaban en una suerte de colapso”, sino que hoy “muchos de esos medianos chacareros… quizás tengan la solidez económica por el volumen de los negocios en los que están involucrados, para encontrar puntos en común con la SRA y sus otros socios”. Falta que diga, como hace el gobierno K, “de qué se quejan esos chacareros” si sus 50 hectáreas pueden hoy llegar a valer medio millón de dólares. ¡Cómo si la “solución” fuera vender la tierra y no poder sacar lo suficiente para poder vivir trabajándola! Hoy, ni aun en las mejores tierras de la pampa húmeda, ningún chacarero puede sobrevivir con 50 hectáreas, por más que “valga” su tierra. No hablemos de hacer granja o tambo por el dinero que eso implica en instalaciones y animales, para lo que necesitaría disponer de otro medio millón de dólares, y por cuya producción no sacaría siquiera para pagar los intereses de un préstamo. Y si hace cereales, con la maquinaria que necesita, la producción que puede sacar en 50 hectáreas no alcanza ni para empezar a pagarla. Tampoco tiene plata para arrendar más tierra, y ni siquiera para la semilla y demás insumos. Por lo que, si quiere seguir siendo productor, no le queda otra que trabajar como contratista para los terratenientes o pools de siembra. Así se ha venido concentrando la tierra y la producción en manos de los grandes terratenientes y pools, favorecido por las retenciones que castigan principalmente a los pequeños y medianos productores, que tienen mayores costos y carecen de recursos o de créditos para arrendar tierras e incluso para comprar semillas e insumos, y no les queda otra que someterse a la usura que viene de la mano de los pools, sean los poolcitos que se forman con los terratenientes, acopiadores o proveedores de semilla de los pueblos o los grandes pools que operan como fondos de inversión.

Los actores de los cortes
Si Yasky se hubiera tomado el trabajo de llegarse hasta alguno de los piquetes hubiera podido comprobar que la mayoría de los productores que están allí no son los que tienen “solidez económica” ni los pequeños propietarios convertidos en minirentistas por los pools, porque no disponían ni de equipos siquiera para convertirse en contratistas. La mayoría son jóvenes entre 30 y 40 años, hijos de chacareros que lograron sobrevivir al menemismo, pequeños y medianos productores que tienen equipos y herramientas pero que no tienen posibilidades de acceder a más tierras (y menos en competencia con los pools), no quedándoles otra para subsistir que trabajar para los grandes terratenientes o pools que acaparan la tierra y disponen de fondos para las semillas e insumos. Es cierto que esos equipos y maquinarias pueden llegar a representar un capital de medio millón de pesos y más (equiparable al de cualquier PyME), pero también hay que ver en cuánto están endeudados por eso y que para usar ese capital tienen que conseguir más tierra donde trabajar o ir a trabajar con sus equipos a las grandes estancias o a los campos alquilados por los pools.Son estos pequeños y medianos productores los que con sus máquinas y tractores o sus camionetas llegaron primero a la ruta: los autoconvocados y los sectores más combativos de las bases de la Federación Agraria y de la mayoría de las sociedades rurales del interior. Porque son estos sectores los que menos “solidez económica” tienen, y son los primeros condenados a perder con el aumento de las retenciones. En particular los que trabajan en las cosechas, porque son pagados con un porcentaje de lo que valga la misma, al igual que sus obreros maquinistas o tractoristas. En una nueva maniobra gatopardista, afín al verso “de izquierda” de Yasky y demás laderos de Heller-Echegaray, el gobierno K “ha descubierto” la concentración de la producción y los pools. Es la típica acción del ladrón que grita “al ladrón”. Después que por 5 años dichos pools fueron el modelo de la “Argentina productiva” del kirchnerismo…El retrotraer la situación al 10 de marzo es una consigna justa porque las retenciones perjudican principalmente a los pequeños y medianos productores, más aun a los que tienen que trabajar en tierra de otros pagando un arriendo o quedándoles solo un porcentaje del rinde, y a los que producen en las tierras de menor fertilidad. Por supuesto que es una consigna en la cual acuerdan los terratenientes y pools, pero no por eso los explotados y oprimidos del campo deben dejarla de lado, porque sobre sus espaldas es en definitiva donde se descarga el principal peso de las retenciones. Retrotraer la situación al 10 de marzo es hoy la consigna clave en la lucha porque las retenciones sean segmentadas y coparticipables, uniendo este reclamo chacarero y federal a la pelea por la estatización de los monopolios imperialistas (Cargill, Nidera, Monsanto, Danone, etc.), una reforma agraria integral, y salarios y condiciones dignas para los obreros rurales.