El viernes 10 desde las 8 hs., los obreros y las mujeres del frigorífico Sadowa, estaban esperando la llegada del primer posible comprador del establecimiento. Era la fecha dispuesta. Decenas de policías de la provincia, dentro y fuera de la fábrica custodiaban que se cumpliera lo dispuesto por la Justicia. También custodiaba el Sindicato de la Carne. El canal 10 de la ciudad estaba presente, la fiscal y ayudantes. Juntos, los compañeros trabajadores y el abogado de la CTA, preparaban sus carteles y pancartas con la consigna: Sadowa no se vende, queremos trabajar.
En un supermodelo y acompañado por un patrullero, llegó el primer oferente, un conocido de los obreros del frigorífico y dueño de una cadena de grande carnicerías en la ciudad. “¡Ya te conocemos ladrón, ya nos robaste! ¡No vas a entrar!”, le gritaban.
Se produjeron rápidas corridas, la policía avanzó e hizo retroceder al comprador. Después de deliberaciones y la firme posición de los obreros a pesar del intento de volver a entrar, se suspendió por el día la visita de compradores. Gran alegría y festejo, además del escrache al sindicato que hacían las mujeres.
Ahora vamos a otras dos jornadas, primer fecha de venta en el Colegio de Martilleros. Allí tenemos que rodear de solidaridad a los trabajadores: no al remate de Sadowa. Es posible si nos unimos que el frigorífico sea de los trabajadores.