En el Congreso Nacional, se llevó a cabo un acto el viernes 25, donde las oradoras denunciaron laviolencia familiar, los femicidios, los abusos y las violaciones, la prostitución, las redes de trata, la no entrega de anticonceptivos en los sistemas de salud, la ilegalidad del aborto, los fallos judiciales benignos con violadores y abusadores, la desigualdad en los salarios, la desocupación, la pobreza, como algunas de las formas que asume la violencia hacia las mujeres.
Con cánticos referentes a la fecha, se movilizó a la Casa de la provincia de Salta exigiendo la libertad de la mamá de la pequeña de 13 años, muerta por un aborto clandestino complicado con una grave infección, en Salta, y por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Esta mamá fue detenida porque se le imputa el delito de “aborto seguido de muerte”, no permitiéndole asistir al velorio de la hija y separándola de sus otros tres hijos. Otra muerte más, que marca a fuego las consecuencias dramáticas de la penalización del aborto en la Argentina.
Señal de alerta
La violencia familiar y de género se da en nuestro país en forma cotidiana y en aumento. Se muestran cifras en porcentajes estremecedores que dan cuenta de muertes, agresiones físicas y psíquicas, maltrato familiar, violaciones, que incluye a los niños. Agresiones por el hecho de ser mujeres.
En el 2010 se produjeron 260 femicidios y femicidios “vinculados” de mujeres y niños; en el 2011 se mata a una mujer cada 28 horas. En el primer semestre de 2011 se llegó a 151 mujeres y niñas, 26 mujeres más que en el mismo período del año anterior (según La Casa del Encuentro). Y tenemos la trágica muerte de Tomás en Lincoln. Los niños terminan siendo una víctima más de la violencia de género en el país. Todos los indicios de la investigación judicial señalan a la ex pareja de su madre como el asesino del niño, lo que se llama femicidio “vinculado", es decir, el crimen perpetrado por un hombre contra el hijo de la persona con la que mantiene un vínculo familiar o afectivo, a la que se pretende castigar. “El fin del femicida es matar, castigar o destruir psíquicamente a la mujer sobre la cual ejerce dominación. Y en esa búsqueda matan a personas con vínculo familiar o afectivo con la mujer” (Página 12, 19-11-2011)
En julio de 2009 la presidenta firmó el decreto reglamentandola Ley 26.485, de Protección integral para prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra las mujeres, en los ámbitos en que se desarrollen sus relaciones interpersonales. Pero el Estado nacional no ha dispuesto, hasta la fecha, de recursos humanos y económicos suficientes para llevar adelante la aplicación de esta norma.
Este 25 de noviembre, Alicia Kirchner (Ministerio de Acción Social) entregó menciones especiales a quienes integraron las comisiones encargadas de la reglamentación de la mencionada Ley. Después de dos años siguen dando vueltas, y no se adjudica el presupuesto para su implementación. Esta ley, la 26.485, recoge años de lucha del movimiento de mujeres de cada rincón del país y padecimientos de miles de mujeres. En la lucha por su aplicación práctica, el movimiento de mujeres sigue la pelea por la prevención y acciones sobre la violencia doméstica, con protocolos de atención a las víctimas en hospitales públicos y privados, por equipos de ayuda a las víctimas, por hogares refugio con asistencia interdisciplinaria, por campañas de prevención e información, por la incorporación de la figura del femicidio al Código Penal, en síntesis, por la Declaración de Emergencia en Violencia Sexual y Familiar.