Lo harán bajo las consignas “Ni un Pibe sin Comer, Milei no aceptamos el hambre, el ajuste, la entrega y la represión. Gobernador Zdero, ¿va a defender el pueblo chaqueño o subordinarse ante tanto atropello?”.
Las organizaciones se disponen a marchar este 8 de agosto, en el marco de la jornada nacional de San Cayetano, en dos columnas, una desde Miraflores, lugar donde prevén concentrarse desde distintos parajes como Fortín Belgrano, Sauzalito, Sauzal, Vizcacheral, Misión Nueva Pompeya, Wichí, entre otras, mientras que otra columna se nuclea en Villa Río Bermejito, concentrando a habitantes de El Espinillo, parajes rurales y localidades aledañas. Ambos contingentes planean marchar caminando hacia Juan José Castelli, donde se encontrarán para realizar un acto multisectorial, de comunidades Qom, Wichí, Mocovíes, criollos, campesinos pobres y medios, dirigentes sindicales, docentes, estudiantes, artistas e iglesias.
Se espera iniciar una Mesa Multisectorial de abordaje de esta crítica situación, con representantes de las distintas organizaciones de la comunidad, iglesias, asociaciones, intendencias y representantes del gobierno provincial, para ver medidas a tomar en la emergencia y reclamar al gobierno nacional que tiene retenido 5 millones de kilos de alimentos en sus galpones mientras crece el hambre, la desnutrición y la tuberculosis en lo más profundo del Chaco.
A continuación, reproducimos el comunicado de las organizaciones:
El Chaco es la provincia con mayor cantidad de pobres e indigentes de nuestra Argentina y El Impenetrable, la zona más pobre y postergada del Chaco. En la provincia, 4 de cada 10 niños y adolescentes, no llegan al nivel mínimo de alimentación. Eso aumenta en forma alarmante en el Norte, donde aumenta la tuberculosis”. “Desde hace 8 meses no funcionan los comedores escolares en la mayoría de la provincia y dejaron de entregar mercadería a los centenares de merenderos a lo largo del Chaco.
El gobierno de Milei, recién entrega módulos alimentarios sólo para 4.500 familias, para cumplir con la medida cautelar de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de 2007, que les exige al gobierno nacional y provincial, dar respuestas a lo que llamaron el “genocidio silencioso” de los pueblos originarios de la región. Quieren eliminar la Ley 26.160 para avanzar sobre los territorios, eliminar el INAI y reivindican al genocida general Roca.
Mientras, la ministra Pettovello, guarda en forma mezquina y cruel, con corazón de piedra, 5 millones de kilos de alimentos que se están dejando vencer.
En estos meses, creció la pobreza por la inflación, la desocupación, la paralización de todas las obras públicas, las suspensiones, despidos y cierres de las pequeñas y medianas empresas, comercios e industrias, por el ajuste en los sueldos y planes, la quita del Fondo Compensador Docente, el aumento terrible de la electricidad y el transporte y por la quita de subsidios que hace el gobierno nacional.
No hay apoyo para la producción de pequeños y medianos productores con semilla, gasoil y créditos blandos, desmantelan agricultura familiar y economía popular. Hay 300 mil personas en emergencia alimentaria y sólo 70 mil tienen diferentes programas sociales que no les permite llegar a la línea de indigencia. Por las dificultades que se generan en el reempadronamiento de los Planes de $78 mil pesos, dejan gente afuera. El gobierno provincial apoya esta política, que además abre las exportaciones que fundirán a los algodoneros y la industria textil.
El Plan Ñachec, consiste en una bolsita de mercadería, entregada una por familia cada dos meses, por los “punteros intermediarios” del gobierno provincial y sirve para la comida de sólo dos días, para una familia tipo del Chaco. El aumento de los alquileres dejará a mucha gente en la calle y cerrarán comercios.
No merecemos este sufrimiento, que es para favorecer a los poderosos de adentro y de afuera, a los que Milei les quiere dar todo. Esa es la verdadera casta que siempre se beneficia y no paga la crisis, la pagamos la mayoría del pueblo y en primer lugar nuestros ancianos jubilados, a los que les quitaron la tercera parte de sus ingresos de indigencia y nuestros niños y jóvenes a los que les quitaron hasta la leche y el pan.