María Eugenia militaba en relación directa con la dirección regional del PCR y fue detenida el 26 de abril de 1976. Bárbaramente torturada durante cuatro días y sus noches, no reveló ninguno de los secretos que conocía del Partido, salvando con su heroica actitud muchas vidas de compañeros e incluso bienes del Partido, como fue el caso del mimeógrafo al que ella tenía acceso directo, y que siguió funcionando en el mismo lugar varios años más. Por eso fue fusilada. María Eugenia tenía apenas 28 años.
En 2010, su caso fue tratado en la causa “UP1”, por el que se juzgó y condenó a Videla, Menéndez y otros imputados, por torturas y asesinatos de 31 presos políticos entre abril y octubre de 1976. Quedan sin juzgar aún otros actores como jueces, administrativos y médicos que finalmente quedaron en causas conexas. Exigimos ¡juicio y castigo a todos los culpables!
El ejemplo de María Eugenia Irazusta nos acompaña diariamente y es guía para nuestra conducta y para las jóvenes generaciones de comunistas revolucionarios.