Desde la misma tarde del 4, y al día siguiente, decenas y decenas de camaradas del Partido, de la JCR, así como compañeras y compañeros del Movimiento Independiente de Jubilados (MIJP) y del Movimiento de Desocupados y Precarizados de la CCC, fueron a despedir y a rendirle homenaje al camarada Mariano, quien desde muy joven puso su vida al servicio de la revolución en la Argentina.
También se hicieron presentes y mandaron condolencias muchos amigos y aliados de tantas luchas, de nuestro país y del continente americano (ver recuadro).
El homenaje comenzó con el Himno Nacional y con la lectura vibrante por parte del compañero Martín Casalongue del poema ““Acerca de vivir” de Nazim Hikmet. Luego hablaron: Julia por la JCR de la Zona. Por el Partido Zonal tomó la palabra en primer lugar Fernando, y luego lo despidieron Rocío y Sebastián. Por el Partido, y también por el MIJP y la CCC. Mariano también fue homenajeado por Cristina, Nelba y Kika. Además, hablaron el secretario general de la JCR, Luciano Álvarez y Antonio Beltrán por el Comité Central del PCR. También lo despidió, profundamente emocionada, su hija Mariana.
Mariano, como se resaltó en el homenaje, siendo un joven estudiante de Ingeniería en La Plata, adonde había llegado de su Mar del Plata natal, estuvo al frente del único homenaje que se hizo en las calles al Che Guevara en el momento de su asesinato, y fue protagonista de la fundación de nuestro PCR.
Encomendado por el Partido, Mariano formó parte primero de la dirección de la Zona Sur del Gran Buenos Aires, de la que pasó a ser su secretario hasta su fallecimiento. Miembro del Comité Central de nuestro Partido, fue uno de los fundadores de la Corriente Clasista y Combativa y coordinador nacional del MIJP-CCC.
Camaradas del Comité Central, zonas de CABA y el Conurbano bonaerense y por supuesto de su querida Zona Sur acompañaron a la familia en este emotivo homenaje. Un compañero docente de Quilmes le preparó un cuadro para despedirlo. Esta jornada plena de calidez y camaradería culminó con los presentes, puño en alto, cantando La Internacional.
“Un camarada que siempre estuvo”
Julia de la JCR de la Zona Sur dijo “Mariano: Hoy más que nunca te extrañamos. Tu partida se llevó contigo tu sabiduría y tu franqueza. Nos dejaste enseñanzas con tu ejemplo. Dedicaste tu vida a la lucha por la revolución, sin claudicar ¡Hasta la victoria siempre!
Fernando Benítez expresó “Mariano fue un camarada que siempre estuvo. Siempre supo darnos una palabra justa en los momentos más difíciles. Y cuando nosotros nos enojábamos o queríamos “tirar la chancleta”, como él decía, y nos encerrábamos en casa, él venía, golpeaba la puerta, se sentaba a tomar unos mates, discutíamos y siempre terminaba convenciéndote de que había que seguir peleando.
“Mariano nos enseñó muchísimo. Siempre nos mostró el camino, pero dejaba que cada uno hiciera su propia experiencia. Siempre estuvo a la cabeza de todas las marchas, hasta que su cuerpo le dijo basta. Aquella marcha del MIJP, donde lo tuvimos que levantar entre varios en el Congreso, fue la última a la que Mariano pudo ir. Nos costó muchísimo convencerlo de que no fuera, pero él, hasta el último momento, insistió. Por eso hoy no quiero decirle un adiós; quiero decirle hasta siempre, porque va a seguir estando con nosotros, acá (golpeándose el pecho) y en la bandera del PCR”.
La compañera Nelba Salazar, dirigente del MIJP afirmó: “Quiero recordar a Mariano como lo que fue: un maestro, un comunista de verdad, un luchador que nos dejó enseñanzas profundas. Es muy difícil despedirlo, pero haremos todos los esfuerzos para seguir su ejemplo. Mariano nos enseñó, sobre todo, a desarrollar el gran movimiento de jubilados en este país. Siempre estuvo presente para demostrar que, aunque pasen los años y uno sienta el desgaste de la vida, seguimos sirviendo, seguimos siendo parte activa de la lucha.
Ojalá podamos continuar su tarea, formar nuevos compañeros y hacer crecer el Partido que él ayudó a construir, no solo en el movimiento de jubilados -que es lo que a mí me toca- sino también en el movimiento obrero. Y que podamos llegar a la revolución por la que Mariano tanto peleó”.
Cristina expresó que “Mariano es una persona que nos dejó un legado, y ese legado hay que seguirlo. A nosotros nos duele mucho su partida, pero tenemos que seguir adelante por el camino que él nos marcó, que era el camino de la revolución”.
Kika recordó que “Un día yo estaba muy enojada y me iba del movimiento de jubilados, y Mariano me dijo algo que nunca me voy a olvidar: ‘Usted se va… yo ya estoy grande, me muero… ¿quién queda?’. Eso me quedó grabado. Y me quedé. Y me voy a quedar hasta el final, porque prometí quedarme, y así lo voy a hacer”.
Sebastián, a su turno, contó que a Mariano lo conoció, antes de estar afiliado, en Villa Fiorito descargando unos paquetes, “y lo veo, y digo: ‘Che, este viejito bajando camisolines del camión…’. Y al poco tiempo lo veo dirigiendo una columna de la Corriente de gran cantidad de compañeros. Eso me quedó grabado. Fue lo que después me llevó a formar parte y a aprender a seguir a esos dirigentes que dejan todo, porque por lo que luchan vale la pena”.
La camarada Rocío, entre lágrimas expresó que Mariano “era entrañable, no solo tenía paciencia: tenía perseverancia, tenía una fuerza enorme, y eso es lo que nos deja. Tenemos que seguir con ese espíritu para luchar por una sociedad más justa. Porque esta sociedad no es justa, y este gobierno nos golpea una y otra vez. Y si hay algo que no podemos hacer es dejar de luchar.
“Somos un Partido que nunca baja las banderas. Esa es una enseñanza que nos dejaron Mariano, Otto, Jacinto y tantos compañeros que atravesaron la dictadura. Y ahora nos toca a nosotros continuar esa lucha”.
Luciano Álvarez: “Un comunista de los que no abundan”
Con profundo dolor despedimos a un verdadero comunista, que dedicó su vida entera a construir el Partido. Un comunista que desde muy joven puso su vida al servicio de la pelea por cambiar esta sociedad podrida, y fue consecuente hasta el final.
Su pérdida es otro golpe enorme para nuestro Partido, porque con Mariano se va uno de los grandes, de esos que no abundan. Este año ya nos tocó despedir a nuestro secretario general, Jacinto Roldán, y esto es otro duro golpe a nuestro Partido. Sin compañeros como ellos, tan importantes para todos nosotros, no será sencillo seguir esta pelea ni garantizar la línea que permita al PCR arraigar entre las masas y jugar el papel que tiene que jugar en la lucha revolucionaria. Porque Mariano fue un gran defensor de una línea que permitiera que las masas obreras y oprimidas protagonizaran la lucha política. Pero, como decía Jacinto, vale la pena intentarlo, y nosotros nos comprometemos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para eso.
Mariano nos deja un ejemplo inmenso de compromiso y entrega. Dio todo mientras el cuerpo se lo permitió. Hasta el final iba a todas las jornadas: no importaba de qué se tratara, Mariano estaba al frente de la columna, de principio a fin. Hiciera frío o 200 grados de calor, él estaba firme. Ya en las últimas marchas con su sillita, pero sin dejarse ayudar demasiado, porque se hacía el duro.
Y Mariano era duro… y se hacía más el duro de lo que era, porque le gustaba ese papel. Pero era muy cercano. Siempre preocupado por los compañeros, siempre pegado a los de más abajo, a los que más sufren. Por eso jugó un gran papel y fue fundamental junto a Juan Carlos en la construcción de este gran movimiento de desocupados de la CCC, del movimiento de jubilados y en la unidad de los tres torrentes del movimiento obrero en la CCC.
Mariano es parte de la historia gloriosa de nuestro Partido. Muchos de nosotros, de diversas generaciones, nos sumamos al PCR con el orgullo de que ese joven Partido, que nació defendiendo al Che Guevara frente a la traición del podrido PC, fue el único que hizo un acto en Argentina cuando lo asesinaron en Bolivia. Y ese acto -como siempre contaba Otto Vargas- donde prendieron fuego gomas en La Plata, lo encabezó Mariano, que era parte de la dirección del sector universitario.
Mariano era simple, claro y concreto, sin dar vueltas innecesarias porque tenía la preocupación de que los más sencillos entendieran. De Mariano aprendimos a defender el Partido, y que el Partido se defiende discutiendo y yendo de frente, aunque no sea fácil. Porque discutir con Mariano no era fácil: discutía mucho, pero era leal, nunca iba por atrás, y siempre discutía para unir al Partido.
Jugó un papel importante en el Comité Central que dirigió Jacinto después de la muerte de Otto; en momentos muy difíciles ayudó a llegar al Congreso y a unir al Partido.
En el tiempo en que estuvo enfermo, el Partido de la zona sur demostró que acá hay reservas. Está claro que no va a ser fácil sin Mariano, pero pese a las dificultades seguimos de pie.
Mariano fue un comunista que peleó por la revolución y el comunismo. A eso dedicó su vida. Por eso defendía al Partido y por eso trabajó hasta el final por construir un gran Partido Comunista Revolucionario.
Las banderas a las que Mariano dedicó su vida más temprano que tarde van a triunfar. Ese es nuestro compromiso. ¡Querido Mariano Sánchez, hasta la victoria siempre!
Antonio Beltrán: “Una vida consagrada al pueblo y al Partido”
Compañeros, en nombre del Comité Central del Partido -del que Mariano formaba parte- venimos a despedir a un camarada entrañable, y a acompañar a su compañera Juana, a sus hijos, a sus nietos, y a todos los compañeros que tanto lo querían.
Mao Tsetung decía, en un homenaje a un combatiente revolucionario, que hay muertes que pesan como una pluma -las de aquellos que colaboran con la opresión- y hay muertes que pesan como la montaña de Taishan- las de quienes dedicaron su vida a servir al pueblo. Esa fue la vida de Mariano: servir al pueblo y al Partido.
Ya de joven, cuando dejó Mar del Plata para estudiar ingeniería en La Plata, tomó partido: se hizo comunista. Tomó partido por la clase obrera y el pueblo, en ese PC platense cuyo secretario era Otto Vargas. Y como recordaba Martín, fue Mariano quien encabezó aquel corte de calle en el centro de La Plata cuando asesinan al Che. Hoy parece algo normal, porque todos se ponen la remera del Che; pero en ese momento al Che lo habían dejado solo. El PCR y Mariano estuvieron ahí.
En diciembre de ese mismo 1967, Mariano estuvo cuando Otto presenta el folleto “Por qué no se quiere discutir”, y en enero de 1968, con la fundación del Partido, Mariano es parte de ese contingente que fundó nuestro querido PCR.
Hace más de 50 años llegó a la zona sur. Fue parte de su dirección y durante largos años su secretario. Formó parte del contingente heroico de dirigentes que sostuvieron la lucha antigolpista y contra la dictadura, por la que tanto orgullo tenemos los que venimos atrás.
Cuando se conformó la CCC, Mariano fue uno de los que encabezó. Tomó con toda su fuerza, junto a varios camaradas del Gran Buenos Aires, como Leandro. Liliana de Quilmes, Juan Carlos Alderete, entre otros, aquella orientación de Otto sobre los tres torrentes y la necesidad de avanzar entre los desocupados. Mariano se puso al frente de esa tarea, principalmente del movimiento de desocupados.
Tenía una enorme confianza en la línea del Partido y en la línea de masas. Por eso, la Corriente empezó como un frente y después se fueron sumando sectores, y luego esa unidad se disolvió. En ese momento Mariano fue lo suficientemente amplio y convencido, que la mayoría dijo: nos quedamos con Mariano, con la Corriente y con el PCR. Los que se fueron quedaron bastante solos. Esas son enseñanzas profundas.
Mariano fue un gran constructor del MIJP, no solo acá sino a nivel nacional. Es una de las deudas que tenemos con él: volver a poner en alto el MIJP y nacionalizarlo, porque esa era una lucha permanente de Mariano en el Comité Central.
Cuando muere Otto y Jacinto se hace cargo del Partido, Mariano jugó un papel fundamental en las discusiones y en la propia organización del 13º Congreso. Hizo un trabajo de esos que no lucen, pero que son imprescindibles.
Y era un compañero que estaba lo que decía, pero sobre todo estaba lo que hacía. Recuerdo una discusión en plena pandemia, cuando Jacinto, después de una reunión del Comité Central saca una resolución planteando que el centro estaba en los barrios, en combatir el hambre y resolver los problemas sanitarios. Y debatíamos si convenía exponerse. Y Mariano dijo algo inapelable: “Los dirigentes del Partido no le podemos pedir a los compañeros que salgan a hacer las ollas si nosotros no estamos”. Y fue así: Mariano le ponía el cuerpo a todo.
Ya en el último período, como contaron acá: yendo a todas las marchas con su banquito, discutiendo con cualquiera que intentara convencerlo de que ya no fuera. Era muy difícil decirle que dejara de manejar. Porque era Mariano.
Cuando en noviembre del 23 dijimos que íbamos a enfrentar al gobierno de Milei, Mariano mientras pudo estuvo al frente. Hasta el último minuto. Tenemos mucho que aprender de camaradas veteranos como Mariano.
Mariano era un fumador empedernido, fanático de Racing, duro, que defendía con firmeza y franqueza lo que pensaba, y con una ternura y una solidaridad enormes hacia los compañeros. Por eso era tan querido. Por eso emocionaba verlo en las marchas rodeado de compañeros que lo cuidaban, le alcanzaban agua, lo hacían sentar. Eso no se compra: eso se gana. Y Mariano se lo ganó.
Cuando escuchaba la poesía que leyó Martín, recordaba que Jacinto, a la vuelta de un viaje por Grecia, mencionaba un refrán griego que expresaba algo parecido a esta poesía. Decía que que hay hombres que plantan árboles aun sabiendo que no van a disfrutar de su sombra. Mariano era así. Sembró árboles toda su vida, en Fiorito, en Esteban Echeverría, en Lanús, en Avellaneda, en Almirante Brown, en Ezeiza… en toda la zona sur y en todo el país. Porque fue dirigente nacional del Partido, de la Corriente y de los jubilados.
Ahora nos toca a nosotros regar esos árboles. Construir, bajo su sombra, la revolución de liberación nacional y social por la que Mariano entregó su vida.
Lo vamos a recordar siempre. Esos camaradas que construyeron este Partido y que pelearon hasta el final van a estar siempre en nuestro corazón. ¡Mariano Sánchez, presente, ahora y siempre!
Palabras de Mariana, su hija: “Mi papá tenía el corazón ardiente”
Solo quería agregar una cosa más, después de todo lo que dijeron y que nos llegó al corazón. Todo lo que dijeron los compañeros era así: así era mi viejo. La mayoría de ustedes nos conoce desde que somos chicos, y saben que también fue un padre. Quería decirlo: él no tenía dobleces ni doble cara. Así como era como camarada, era como padre: intenso, presente, discutidor, siempre ahí, poniendo el corazón.
Fue tan presente que, cuando nació mi hermano y no sabíamos dónde estaba en la maternidad, él entraba pateando puertas, agarrando del cuello a cualquiera con guardapolvo: “¿Dónde está?”. Y al final estaba en observación.
Así era él. Tan presente con mi hermano como conmigo. Cuando yo me iba de adolescente a bardear a una esquina, de repente veía la cara de terror de mis amigos: “Ahí viene tu viejo”. Y aparecía: en Lanús, en Avellaneda, en cualquier lado. Porque estaba presente y era un corazón ardiente.
Y era sensible. No es que no tuviera miedo: tenía. Pero lo atravesaba con garra, porque sabía que había algo superior al miedo. Tenía la valentía de atravesarlo y seguir adelante. Así fue en la dictadura. Íbamos en el Citroën con mi vieja y los cinco tomos de Mao arriba del tablero. Nos paran los milicos en la autopista, nos hacen bajar, y él pasa los tomos de Mao por la cara de los tipos y los esconde atrás. Después nos enteramos de que lo querían llevar porque no tenía licencia y quería ir al cumpleaños de la madre. Y él, firme, con garra.
Nos enseñó a no deprimirnos, a no bajar los brazos. Si existe la palabra fe, nos enseñó fe: fe en que es posible transformarse y transformar. En lo colectivo y también en lo individual, pensando en el conjunto, en la unidad, y en que uno también tiene que cambiar y trabajar en sí mismo.
Nos transmitió esa garra, y por eso estoy orgullosa y agradecida. Agradecida por ustedes, por su presencia, y agradecida por haber tenido al papá que tuve.
Parte de la familia en el homenaje
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Condolencias
Víctor De Gennaro, histórico dirigente de ATE y actualmente concejal del Frente Popular Lanusense acompañó a los familiares y compañeros, así como integrantes de la Comisión Interna de Molinos Río de La Plata planta Echeverría; Dante Boeri, Sec. Gral. de Suteba Esteban Echeverría, entre otros. También estuvo presente hasta el fin del acto Walter Pintos, Sec. Gral. ATE- CTA Lanús. La CTA Autónoma lo despidió en sus redes sociales.
Enviaron sus condolencias Pablo Miranda, secretario general del PCML de Ecuador, Mujeres por el Cambio Ecuador y del Frente Popular; Ricardo Cohen, secretario general del PCR de Uruguay. Alejandro Tapia. Secretario Gral. PC Maoísta de Colombia. Modep (Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo) de Colombia.
Además, de nuestro país: Roberto Baradel, secretario del Suteba, Hugo Yasky, secretario de la CTA de los Trabajadores. Gustavo Montiveros, secretario general CTA-A seccional Echeverría, Ezeiza, San Vicente. Cuidadoras Comunitarias de Barrios de Pie. Jose Villa. Comisión Interna de SIAT-Tenaris. Olivia Ruiz. Secretaria de Previsión Social de CTA Autónoma Nacional. MIJP y CCC Mendoza. PCR-JCR de Corrientes. PCR y JCR de Tandil, entre otros.
hoy N° 2089 10/12/2025

