En La Razón del 22 de octubre, se publica una nota que afirma “Las ideas de Carlos Marx vuelven a estar de moda con la crisis económica mundial”, y comenta que “En el Reino Unido las ventas del Manifiesto Comunista aumentaron un 900% entre mayo y octubre de 2008 comparado con 2007”. Mal que le pese a este medio del grupo Clarín, lo del crecimiento del interés en Marx es mucho más que una moda. Sólo desde el marxismo se puede comprender científicamente la crisis, y dar una respuesta favorable a los oprimidos y explotados.
Como buen medio de las clases dominantes, La Razón contrabandea: “El actual colapso bancario hace que muchos piensen que habría que releer a Marx y sus advertencias sobre la creación de un capitalismo explotador que termina por destruirse a sí mismo” (subrayado nuestro).
Marx nunca dijo eso. Primero no diferencia entre un “capitalismo explotador” y otro supuestamente “humano”, como gustan decir los socialdemócratas de todo pelaje, incluso muchos kirchneristas. Y menos planteó el fundador del socialismo científico que el capitalismo “se destruye a sí mismo”, sino que engendra su propio sepulturero, la clase obrera. Esta, aliada a los campesinos y a la mayoría de los sectores oprimidos en los países dependientes, demostró ser el contingente de dirección necesario en las revoluciones triunfantes del siglo 20, confirmando lo dicho por los continuadores de Marx y Engels: Lenin y Mao Tsetung.
03 de octubre de 2010