Luego de una gran pelea propagandística y organizativa por parte de la asamblea ambiental de Gualeguaychú; y tras la experiencia en la confluencia en la lucha agraria, se pudo realizar la cuarta edición de la marcha nacional que recorrió cinco kilómetros a pie, desde la cabecera del Puente hasta el límite fronterizo sobre el río Uruguay.
Desde muy temprano en la mañana, fueron arribando las primeras familias hasta el puesto fronterizo. Recorrieron miles de kilómetros y se hicieron presentes grupos de organizaciones ambientalistas en lucha, organizaciones sociales, agrupaciones, entre otras, unificadas en el repudio a la política de saqueo y depredación de los recursos naturales y contra la contaminación de nuestro medio ambiente. Otros miles, no pudieron llegar a causa del cierre de la ruta 9 por el humo.
Hubo un clima de alegría por el reencuentro entre esos miles de nuestro país y de países hermanos que en cada lugar dan peleas específicas contra las minas y basurales a cielo abierto, las fábricas de pasta de celulosa, etc.; pero también de mucha bronca, porque luego de años de denuncia y cambio de gestión de gobierno, no se ha gestado una verdadera política que proteja del avasallamiento de multinacionales como Botnia, tal como cuestionan los asambleístas al actual gobierno de Cristina K, y por la inoperancia de la actual secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Romina Picolotti.
Al grito de ¡no a las papeleras!
Una vez iniciada la caminata por el puente, la persistente lluvia que cayó en Gualeguaychú no impidió la realización de la cuarta marcha denominada “Todos por la vida”. La asamblea juvenil ocupó la cabecera. Miles con sus banderas argentinas y sus remeras con la inscripción “He dicho… no a las papeleras”, detrás de la asamblea juvenil, empujaban con su ya conocido cantito “No a las papeleras, no a las papeleras”, y de este modo llegar lo antes posible a la altura del puente, donde se leyó la proclama de la asamblea.
Al conversar con los caminantes, cansados ya de esperar una respuesta del gobierno nacional, planteaban: “hay que endurecer esta pelea, como hicieron los del campo que lograron que el gobierno nacional se siente a discutir con ellos, nosotros tenemos que ir por más, tenemos que endurecer nuestra posición y entonces lograr que el gobierno tome en serio lo del Código Aduanero y prohíba el abastecimiento de madera y materia prima argentina a Botnia”.
La proclama sintetizó la bronca que va creciendo contra Botnia y responsabiliza al gobierno K por la insuficiencia de sus acciones, denuncia al gobierno uruguayo de Tabaré Vázquez por ser el responsable de once violaciones del Tratado del Río Uruguay; y expresa “No compramos discursos: la única verdad es la realidad y la realidad indica que ya existe uruguayos y argentinos intoxicados por Botnia, sin que todavía la fábrica haya comenzado con los niveles de producción que anuncia”.
Palabras de la asambleIsta Paola Robles
“Hay responsabilidades compartidas entre Tabaré y los K”
A esta marcha la trabajamos hace un tiempo largo. Pese al clima, participó un importante número de gente, alrededor de 80 mil personas; con toda una situación adversa en la ruta para llegar, hubo muchos que no pudieron hacerlo.
A diferencia de otras marchas, el mensaje, fue muy claro y dirigido al gobierno nacional, no sólo para denunciar a Tabaré, sino también a los Kirchner, en cuanto a las medidas concretas que les corresponde resolver: lo del Código Aduanero, la Ley de la madera, lo que la Cancillería argentina, para que se ponga a la cabeza en reclamar a los gerentes de Botnia que se presenten en la indagatoria convocada por el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay por la causa de presunta contaminación. A esta altura, hay responsabilidades compartidas. Es lamentable el comportamiento de Romina Picolotti en relación no sólo a nuestro conflicto sino a todos los problemas ambientales. Está claro que este es un gobierno que contamina y que tenemos una secretaria de Ambiente que mantiene negocios en vez de solucionar los problemas de la gente.