El viernes 15/02, la empresa Frimetal-Gafa impidió el ingreso a 10 trabajadores. En ese mismo momento, los obreros decidieron quedarse y acampar frente a la planta de Batle y Ordóñez y Ovidio Lagos. Al enterarse de la noticia, los que estaban dentro de la fábrica resolvieron en asamblea parar para pedir la reincorporación de sus compañeros.
Al día siguiente, despidieron a los 20 obreros que impulsaron el paro. Los despedidos dicen que los echaron por protestar y denunciar las durísimas condiciones en las que trabajan. También afirman que es una represalia de la empresa porque estaban en la organización de una comisión interna dentro de la fábrica. Por su parte, la empresa Sigdo Koppers, de capitales chilenos, justifica la maniobra con una farsa de reestructuración de personal. La Secretaría de Trabajo de la provincia aún no da respuestas concretas que solucionen el conflicto.
Actualmente, la industria del frío en Rosario tiene récord de ventas, y se confirma con ganancias millonarias, que logra a costa de salarios de hambre y condiciones laborales pésimas. Un obrero de Gafa o del algún taller de la zona, cobra $ 1.100 por mes, a razón de un promedio de $ 6,50 la hora. Los que trabajan en negro (en su mayoría jóvenes que ingresan al mercado laboral) logran a duras penas $ 400 por semana.
En Briket y Bambi, un operario calificado que trabaja 13 horas diarias, cobra $ 500 por quincena, y uno común sólo $ 400. Frente a estos sueldos miserables, hablar de romper topes salariales suena utópico y lejano, pero sumamente urgente.
Ante semejante superexplotación, aparecen las preguntas: ¿Por qué los empresarios hacen lo que quieren y matan de hambre a sus empleados? ¿Por qué los empresarios se abusan y maltratan a los obreros hasta límites inhumanos?
“Si no te gusta, andate”. “Yo con los negros no hablo”. “Hay 200 tipos atrás tuyo que quieren entrar” Así responden los señores burgueses. También lo hacen los capataces traidores a su clase.
¿Por qué en Gafa tienen que desmayarse para que les den permiso por parte de enfermo? ¿Por qué los trabajadores están obligados a hacer horas extras para llegar a ese sueldo basura? ¿Por qué en Briket tienen que comer tirados entre las máquinas y no en un comedor como en otras empresas?
Frente a estos interrogantes, el sindicato, la UOM, deja mucho que desear. ¿Por qué? Dicen que es una vieja disputa del año 1984… La verdad es que estamos en 2008 y los obreros metalúrgicos saben que si tienen un problema laboral y protestan, al día siguiente los echan de la empresa.
Los obreros piden a gritos organización sindical. Pero no hay delegados, ni comisión interna. Pero en medio de la durísima realidad del movimiento obrero, surge el denominador común: la digna lucha de los trabajadores que se organizan y pelean por lo que es justo: un sueldo que cubra la canasta básica; la inmediata reincorporación de los despedidos; el respeto a jornada laboral; mejorar las condiciones de trabajo; organización sindical.
Estas consignas, que al leerlas parecen tan simples y tan básicas, son el germen de rebelión y las bases de la lucha obrera. Y es allí, donde se reavivan las brasas del Argentinazo.
02 de octubre de 2010