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29 de noviembre de 2017

La deuda pública total creció 19% en un año y ya representa 56,2% del PBI. En tanto sigue creciendo el déficit comercial y de servicios e intereses con el exterior.

Más deuda y más déficit

Resultados de la política entreguista

El Ministerio de Finanzas dio a conocer la semana pasada los últimos datos de la deuda pública (que es sólo la del gobierno nacional, ya que no incluye las provinciales ni la deuda del BCRA), al cierre del primer semestre 2017. La misma ya alcanzó los 307.295,6 millones de dólares, al haber aumentado en 49.137 millones de dólares en los últimos 12 meses; es decir en un promedio de 134 millones de dólares por día. Esto explica el creciente peso que el pago de intereses tiene en la partida oficial de gastos, al aumentar 79% en lo que va del año y llevarse consigo el 80% de lo que dejó de pagarse en subsidios.
Esta deuda surge de las obligaciones contraídas aquí y en el exterior en pesos o moneda extranjera por 293.789 millones de dólares, a los que se suman 13,506 millones por lo comprometido en los cupones atados el PBI emitidos de la reestructuración de 2005 (en el eventual que el PBI crezca más de un 3% en el año).
El total de esta deuda ya equivale al 56,2% del PBI –según cálculos del Ministerio de Finanzas (que sobreestiman el PBI en dólares, por el retraso cambiario)– en una progresión ascendente: equivalía al 38,7% en 2011, al 53,5% en 2015 y al 54,2% en 2016.
En cuanto a la moneda en que hay que pagar la deuda, el 67,6% está en dólares y otras divisas y el 32,4% en pesos argentinos.
 
Las cuentas externas
Este crecimiento del endeudamiento del sector público nacional se da de la mano de una generación genuina de divisas cada vez más deficitaria. Tanto en la relación entre exportaciones e importaciones de bienes como de servicios (fletes y seguros, turismo, etc-) y pago de intereses, remesas de utilidades, etc.. 
Según los datos del intercambio comercial argentino publicado por el Indec la semana pasada, la diferencia entre lo que se exporta y lo que se importa, dejó el segundo déficit más grande del año en octubre, de 955 millones de dólares. Aunque algo crecieron las ventas al mundo, las compras lo hicieron mucho más: casi 30%, la mayor suba del año. Así, en diez meses, 2017 acumula un rojo comercial de 6.115 millones de dólares: mientras las exportaciones crecieron en los diez meses que van del año apenas un 1,8% interanual, las importaciones aumentaron un 18,9%.
Al déficit comercial se suma el rojo de la cuenta de servicios (que dio en octubre 983 millones de dólares), y el pago creciente de intereses que lideró el drenaje de divisas y llegó a 1.173 millones de dólares: por los intereses de deuda 997 millones (el 80% corresponde a la deuda del sector público), y 175 millones de remesas. En cuanto a los servicios se sigue destacando la salida de divisas por la vía turística: significó 823 millones de dólares.
Toda esta salida masiva de divisas se sigue financiando en parte con el endeudamiento del sector público que registramos al comienzo de la nota. A ello se suman los ingresos de dólares especulativos inducidos por la política monetaria del Banco Central que alimenta la bicicleta financiera.
¿Hasta cuándo podrá sostenerse la cadena de endeudamiento que lleva a un creciente desequilibrio no sólo interno sino también del sector externo de la economía?