Miles de trabajadoras y trabajadores de la ciudad y el campo protagonizaron el 28 de julio una de las marchas más masivas desde la instalación del gobierno de facto.
Convocados por la COB (Central Obrera Boliviana) y el Pacto de Unidad, que aglutina a las organizaciones campesino-indígenas y otras, marcharon 13 kilómetros desde Senkata al centro de La Paz, contra la decisión del Tribunal Supremo Electoral de postergar nuevamente las elecciones que están llamadas para el 6 de septiembre con la excusa de la pandemia de coronavirus, ante la gran posibilidad del triunfo del MAS del destituido presidente Evo Morales.
Además, la COB anunció que declaraba una huelga general indefinida, aunque anteriormente había declarado que daría un plazo de 72 horas para que el Tribunal Electoral se retractase.
Juan Carlos Huarachi, secretario ejecutivo de la COB, llamó a la unidad de mineros, campesinos, clase media y pobladores de El Alto.
En un burdo intento de parar la marcha, el ministro de Defensa dijo que los cocaleros llegaban desde Cochabamba para contagiar el coronavirus, pero la población salió a aplaudirlos. Hubo marchas además en la región de Santa Cruz.
Hoy N° 1826 05/08/2020
