La Cámara de Diputados le dijo sí a la Interrupción Voluntaria del Embarazo con 131 votos positivos, 117 negativos y 6 abstenciones, luego de una larga sesión de 22 horas. Estalló la alegría en los alrededores del Congreso de miles de pibas que desde el jueves a las 10hs comenzaron una vigilia siguiendo el debate desde las pantallas gigantes, compartiendo charlas, música y gritando a viva voz ¡Aborto legal, educación sexual, aticonceptivos para no abortar!
La media sanción al aborto legal fue celebrada con miles de pañuelos verdes de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito en alto desde los alrededores del Congreso, en las plazas del país y desde las redes sociales. Una vez más la marea verde lo inundó todo porque nada las para. Salieron juntas, con los barbijos puestos, los pañuelos atados y lograron que el Congreso debata una vez más el proyecto y legisle a favor de las mujeres y las personas con capacidad de gestar.
El proyecto próximamente será tratado en la Cámara de Senadores. Si es aprobado se consagrará como ley otorgando un nuevo derecho a las mujeres y personas con capacidad de gestar: la posibilidad de elegir cuándo transitar un embarazo, de interrumpirlo de forma legal y hacerlo en cualquier lugar del país, con la atención médica correspondiente, cuidando la integridad física de la persona y sin poner en riesgo su vida.
En el 2018 la lucha por el aborto logró una masividad inédita en nuestro país que instaló el tema en el centro del debate social y político a nivel nacional. Se discutió desde entonces en términos de ampliación del derecho de las mujeres dejando en claro que no se trata de discutir si “aborto sí o aborto no”, porque el aborto existe y en definitiva su práctica clandestina no salva a nadie.
La marea verde en las calles decidió hace dos años que iba a hacer historia. Y avanzó guiada por la lucha que había comenzado hace mucho tiempo atrás con la Comisión por el Derecho al Aborto en la década del ‘80, que plantó el debate en los Encuentros Nacionales de Mujeres y que logró a partir de ahí organizarse para fundar la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito. Nuestra compañera Clelia Íscaro fue parte de todo ese proceso, la tenemos presente en la lucha que hoy encabezan millones de jóvenes decididas a conquistar el derecho de poder elegir sobre su cuerpo, sobre su maternidad y vivir para contarlo.
“La lucha sigue hasta que sea ley”, sellaron el pacto en las calles y el aborto legal, hoy nuevamente en estado parlamentario, está a solo pasos de ser realidad. Y reiteran cada vez su deseo de que se cumpla con el acceso a “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”. La triple consigna histórica defendida en esta lucha mediante la cual se le reclama al Estado que dé respuesta a cuestiones que son de salud pública en las que hay que hacer a la moralidad individual a un lado y garantizar derechos.
Si se legaliza el aborto se saldará un tema que es sin dudas de clase, porque las que mueren en la clandestinidad son las más pobres que se someten a métodos muy crueles para terminar con un embarazo que no desean. La oportunidad de decidir debería estar garantizada para todas, quitando los peligros de malas prácticas, despojando a la atención médica de acusaciones penales y morales y sacando la vergüenza de contarlo de las historias de vida de muchas personas.
Ahora los y las senadoras tienen la oportunidad de dar respuestas al reclamo histórico del movimiento de mujeres aprobando la IVE, para que no muera ni una más por abortos clandestinos, para que cada una elija y ninguna sea obligada a poner en riesgo su vida por decidir sobre su cuerpo. ¡Que sea ley!
