Cristina Fernández se va del gobierno dejando una tremenda herencia al pueblo y al país: un enorme sector en la pobreza, crisis de las economías regionales, pérdida del autoabastecimiento energético, una economía estancada que no crea puestos de trabajo, un endeudamiento fenomenal, finanzas vaciadas, y un enorme crecimiento del narcotráfico, la trata, el delito organizado y la corrupción.
Cristina Fernández se va del gobierno dejando una tremenda herencia al pueblo y al país: un enorme sector en la pobreza, crisis de las economías regionales, pérdida del autoabastecimiento energético, una economía estancada que no crea puestos de trabajo, un endeudamiento fenomenal, finanzas vaciadas, y un enorme crecimiento del narcotráfico, la trata, el delito organizado y la corrupción.
Mauricio Macri se apoya en esa herencia pretendiendo justificar con ella la devaluación y otras medidas que “salven” al sistema con un ajuste “más ordenado” que el kirchnerista, pero que igual busca seguir descargando la crisis sobre los trabajadores y la producción nacional.
El macrismo, como el kirchnerismo, oculta que hay una salida popular y nacional sin devaluación y sin mayores ajustes contra el pueblo. Esta salida es posible, arrancando con un paquete de medidas de emergencia que corte con el ajuste, la inflación y la corrupción.
1) Bono de fin de año de $5.000 para todos los trabajadores ocupados, jubilados y desocupados.
2) Blanqueo de todos los precarizados y prohibición de despidos y suspensiones; jornada de 6 horas sin rebaja de salarios.
3) Eliminación del impuesto a los salarios y del IVA a los alimentos y medicamentos.
4) Tierra, techo y trabajo para todos los necesitados de las ciudades y del campo.
5) Inmediata aplicación del 82% para todos los jubilados y pensionados; devolución de los fondos apropiados por el kirchnerismo a la Anses y al PAMI, con control de los propios trabajadores y beneficiarios.
6) Precios mínimos sostén en origen, e inmediato alivio fiscal y bancario a los pequeños y medianos productores agrarios y las economías regionales.
7) Ley y presupuesto de emergencia para acabar con la violencia sexual y doméstica, y la trata de mujeres, niños y órganos.
8) Ministerio de la juventud con presupuesto para el desarrollo de la educación, el deporte y el trabajo de los jóvenes, y plena libertad de autoorganización en los barrios para la lucha contra el narcotráfico.
¿De dónde sacar la plata?
Para financiar este plan de emergencia no hace falta devaluar o tomar mayores deudas. La plata está y tiene que salir de los que se llenaron los bolsillos durante los 12 años K.
Para eso hay que constituir un fondo de emergencia social con:
1) la decomisación inmediata de los bienes mal habidos del narcotráfico, la trata, y la corrupción;
2) la decomisación inmediata de las 4.000 estancias con aeropuertos clandestinos del delito organizado, para el inicio del plan de 1.000.000 de nuevas chacras;
3) impuestos de emergencia a los que nunca pagaron o pagan miserias: el juego, las transacciones financieras y bursátiles, las megamineras, las cerealeras, petroleras y demás monopolios;
4) impuesto progresivo a los grandes terratenientes y púles: a) a la renta potencial de la tierra; b) a las ganancias;
5) la suspensión del pago e investigación de toda la deuda, tanto del sector público nacional como de las provincias, del Banco Central, Banco Nación, YPF y demás dependencias del Estado.