El 21 de febrero por primera vez se realizó en fábrica una asamblea general con los tres turnos. Los compañeros del turno noche habían decidido quedarse a esperar el resultado de una reunión que la Comisión Interna tenía con la patronal, que había planteado más suspensiones y “reducción de personal” o sea despidos. Los compañeros del turno tarde también se sumaron a la vigilia desde las 10 de la mañana, hora en que comenzó la reunión. Allí la patronal le ratificó a la CI que debía suspender y reducir personal.
En Bosch ya tuvimos suspensiones de entre dos y cuatro semanas que se habían aceptado, fundamentalmente porque no había una real comprensión de la crisis internacional y sus consecuencias y tampoco si nuestras fuerzas eran suficientes para enfrentarla.
En esta situación los delegados hacen entrar a los compañeros que esperaban en la puerta y se realiza una asamblea dentro de fábrica con todos los trabajadores.
Nuestra empresa pertenece al Grupo Bosch, principal autopartista del mundo. Es un monopolio internacional que en la Argentina, a mediados del año pasado había aumentado su volumen de negocios un 43%. Ya en asambleas anteriores se había aprobado una movilización y ahora se la volvió a ratificar planteando adelantar la fecha e ir al Ministerio de Trabajo para dar trascendencia a nuestra lucha.
“Que se acabe el verso del gobierno y los dirigentes sindicales de que en la Argentina vivimos en el mejor de los mundos” dijo un compañero. “No esperemos más” plantearon muchos de la noche, amenazados con la eliminación del turno.
Marcha a Trabajo
Así surgió una vieja propuesta del movimiento obrero: “paro y movilización” el miércoles 25/02 a partir de las 10 hs. Decidida la medida, la pregunta fue ¿Vamos solos? ¿Apoya el sindicato? Los delegados plantearon que se iba a comunicar al sindicato la resolución de la asamblea, no había muchas esperanzas sobre la decisión de la UOM, (la conducción kirchnerista que encabeza Caló no se ha dado por enterada de las suspensiones y despidos que sufrimos los metalúrgicos) pero en definitiva era la Seccional San Martín la que debía resolver si venía o no.
También algunos delegados explicaron que se había conformado en San Martín, entre delegados de Bosch, EmFer, TATSA, INTI, recuperadas como CUC, 19 de Diciembre, Disco de Oro, la Cicop (profesionales del Htal. Eva Perón), Coop. de Educadores, y desocupados y jubilados de la CCC, una Mesa de Coordinación de las luchas en defensa del salario, el trabajo, la salud y la educación que había aprobado apoyar la marcha de los trabajadores de Bosch. También recibimos el apoyo de dos concejales del ARI de San Martín, los compañeros Beto Aguilera y Marcelo Rodrigo que habían recibido nuestros reclamos cuando en diciembre marchamos al Concejo Deliberante.
Empezamos a trabajar para que la marcha fuera numerosa, se juntó plata para los micros, se prepararon carteles con nuestros reclamos y el 25 todos los compañeros salimos de fábrica. Ya era un triunfo que todos acataran el paro, pero cuando salimos a la puerta y vimos a la inmensa mayoría de los turnos tarde y noche la alegría fue enorme. En viaje a la Capital Federal nos informan que un grupo de compañeros de Quilmes, de la textil Filobel-Febatex estaban haciendo un escrache en la Av. Santa Fe, en la vivienda del ex dueño de la fábrica y decidimos sumarnos.
Se cortó la avenida y después ellos nos acompañaron al Ministerio. Con nosotros venían representantes de todas los integrantes de la Mesa de Coordinación y además se sumaron despedidos de Dana y Papsa.
En la puerta del Ministerio nos esperaba una delegación de la CCC, Vilma Ripoll, Gustavo Lerer, el concejal Aguilera, una delegación del ARI de San Martín y compañeros del Movimiento de Empresas Recuperadas que encabeza Eduardo Murúa.
Una ruidosa y combativa columna de Bosch llegó al Ministerio y se reunieron en la puerta unos 350 compañeros, al rato nos informaron que nos recibiría un asesor del ministro Tomada porque éste no estaba en Bs. As. Entró la CI y los delegados, mientras en la puerta no cesaban los cantos contra los despidos y las suspensiones, por el triunfo de nuestra lucha y preguntando donde esta la CGT.
Mientras los delegados estaban en el Ministerio, compañeros de Bosch, EmFer, INTI y otras fábricas presentes en una improvisada asamblea denunciaban la crisis y sus consecuencias sobre los trabajadores y el pueblo, a la patronal de Bosch que a pesar de sus ganancias nos suspendió y ahora quería despedir, a la dirigencia sindical y exigían medidas para que no seamos nosotros los que volvamos a pagarla.
No bajamos la guardia
Al salir los delegados se realizó una asamblea donde nos informaron que le habían solicitado a las autoridades nacionales medidas concretas para frenar los despidos y las suspensiones que estamos sufriendo no solo en Bosch, y remarcaron que había que persistir por el camino de la lucha y de la unidad de los trabajadores de Bosch y del resto de las fábricas y organizaciones sociales presentes.
Como llegamos, nos fuimos marchando y cantando, comprometidos a defender nuestra fuente de trabajo y nuestro salario y conscientes de la necesidad de persistir en el camino de unir las luchas, como sucedió en Paraná Metal, siguiendo el ejemplo de los metalúrgicos de Villa Constitución, de Tierra del Fuego, de Córdoba, etc.
Ahora la lucha continúa, sabemos que va a ser larga, pero no hay otro camino, la movilización fue un paso importante pero no podemos bajar la guardia; los monopolios que se beneficiaron todos estos últimos años quieren descargarla sobre nosotros.
Pero también que hay salida para la crisis, pero es necesario torcerle el brazo a la política de este gobierno que solo beneficia a un grupo de monopolios, terratenientes y amigos, y enfrentar a la dirigencia sindical que ningunea y traiciona las luchas.