En la capital puntana, los trabajadores de la empresa Argentoy, subsidiaria de Inflex, están en plan de lucha ante la deuda salarial que están acumulando.
Argentoy se dedica a la fabricación de tubos para GNC, tanto para coches como para usos medicinales. Uno de sus trabajadores, durante una protesta realizada frente a la Casa de Gobierno provincial, contaba que ya venían con problemas desde febrero. “En los últimos tiempos estábamos yendo al trabajo y cobrábamos sin hacer tareas, hasta que a principios de mes suspendieron a todo el personal”.
Cuenta el compañero que como la empresa dejó de pagar a su principal proveeedor, Siderca, ésta no le envía la materia prima, los tubos, y la producción se paró. “Ahora los empresarios dicen que no tienen plata por el problema de las bolsas, pero esto viene de antes”.
La empresa viene de cerrar una planta en Córdoba, también en conflicto con los trabajadores; y en San Luis, además de las marchas, se mantiene la presencia de los trabajadores en la puerta de la planta, reclamando que se les pague la deuda, que consiste en parte del salario del mes de agosto, todo septiembre y el medio aguinaldo, porque “cuando tuvieron superproducción de tubos, no se sabe qué hicieron con la plata”.
02 de octubre de 2010