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16 de mayo de 2012


Metalúrgicos: desbordar desde abajo en la lucha salarial

Hoy 1419 / es necesario alcanzar el valor DE LA CANASTA FAMILIAR

Como al escorpión que llevaba la rana en el lomo, la presidenta fue fiel a su naturaleza y el jueves pasado cuando los metalúrgicos estaban llevando adelante un paro de 24 horas, aguijoneó con ponzoña a los que estaban luchando. Ese día también se manifestaron los trabajadores del INTI, que desde hace meses vienen reclamando contra una rebaja de sus salarios, volvían a parar y marchar los judiciales y los bancarios realizaron una batucada por las calles del microcentro.

Como al escorpión que llevaba la rana en el lomo, la presidenta fue fiel a su naturaleza y el jueves pasado cuando los metalúrgicos estaban llevando adelante un paro de 24 horas, aguijoneó con ponzoña a los que estaban luchando. Ese día también se manifestaron los trabajadores del INTI, que desde hace meses vienen reclamando contra una rebaja de sus salarios, volvían a parar y marchar los judiciales y los bancarios realizaron una batucada por las calles del microcentro.
El elogio de CFK al acuerdo salarial que firmó UPCN por el 21% de aumento mostró que los topes que quiere imponerle a las paritarias, es para mantener la promesa que les hizo a los grandes empresarios y es fundamental para descargar la crisis sobre los trabajadores y el pueblo.
Mientras tanto, a un operario metalúrgico el acuerdo salarial del 2011 le garantiza un salario de bolsillo de $2.434 y a un oficial múltiple con 20 años de antigüedad $4.104 centavos más, centavo menos. ¡Una vergüenza! ¡No alcanza ni para un mate antes de empezar a laburar! Ni hablar de cómo parar la olla, cada vez más vacía.
Ante esto el pobre Belen, secretario Adjunto de la Unión Obrera Metalúrgica, hablando en Radio Mitre, trataba de explicar las bondades del llamado “modelo”, con el que supuestamente los trabajadores recuperamos el valor adquisitivo de nuestros salarios, tarea bastante difícil por cierto a la vista de los que ganan los trabajadores metalúrgicos. Otros en cambio, para tratar de evitarlo, como la Comisión Interna de Acindar en Villa Constitución que responde a Paulón, de la CTA trucha de Yansky, pidió sin éxito un adelanto a cuenta del futuro convenio sin éxito, chocando con la bronca de los trabajadores.
El paro fue masivo, aún en las pequeñas empresas donde no hay delegados. Y los metalúrgicos volvieron a demostrar que hay una firme voluntad de lucha para defender sus salarios que choca contra la traición de sus dirigentes sindicales.
Ahora es necesario mantener la lucha, garantizarla desde abajo, con pronunciamientos democráticos desde cada fábrica, desde cada sección, desde los cuerpos de delegados y comisiones internas que se ponen al frente de la defensa de los derechos de sus compañeros. Desde las agrupaciones que crecen al calor de la necesidad de reemplazar a esta dirección sindical y recuperar al Sindicato para ponerlo al servicio de los metalúrgicos.
Los $4.000 que pide la UOM nacional no alcanzan. Como en cada discusión salarial el Secretariado Nacional le dio la espalda al reclamo de muchos congresos de delegados de pelear por un salario de bolsillo de $5.000, como también planteó Michelli, secretario general de la CTA, “ningún trabajador tiene que ganar una cifra menor”. Se demuestra que facultar al Secretariado nacional para fijar lo que se pide, como se pelea para conseguirlo y que se termina aceptando, es un camino de derrota.
Es necesario alcanzar el valor de la canasta familiar que ronda los $7.000, para compensar el ajuste del gobierno que bajo la “sintonía fina” aplica día tras día a través de la inflación que esmerila los salarios para beneficio de las grandes empresas.
Sobre esto calla Antonio Caló, secretario general de la UOM, tampoco dice una palabra del impuesto a las ganancias que castiga los bolsillos para que el gobierno siga recaudando a costa del sacrificio de los trabajadores, ni de las asignaciones familiares que muchos no cobran al superar los $5.000. Así pretende llegar a la dirección de la CGT, dándole la espalda a las necesidades de los metalúrgicos y complaciendo a Cristina de Kirchner.
Sólo si podemos desbordar desde abajo, se van a poder alcanzar los $4.000 que se solicitaron, conseguir que sea el salario de bolsillo para la categoría menor, en el camino de alcanzar un sueldo mensual igual al valor de la canasta familiar.
Los metalúrgicos, como el resto de los trabajadores, no quieren volver atrás. No quieren salarios de hambre, suspensiones y despidos como ya se están produciendo en varios sectores de la industria con la segunda oleada de la crisis internacional, como reconoció CFK cuando dijo “se nos caen los pedazos del mundo sobre la cabeza”. La lucha es para que la crisis la paguen los que se enriquecieron durante los últimos años o la volvemos a pagar los trabajadores y el pueblo.