Hay un método polémico que siempre utilizan los enemigos del Partido: atribuirnos posiciones que no tenemos y distorsionar nuestras opiniones para luego destruirlas triunfalmente y adoptar el aire de “vieron cuán inteligente soy”.
Hay un método polémico que siempre utilizan los enemigos del Partido: atribuirnos posiciones que no tenemos y distorsionar nuestras opiniones para luego destruirlas triunfalmente y adoptar el aire de “vieron cuán inteligente soy”.