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26 de noviembre de 2014

El 20 de noviembre de 1910 comenzaba la Revolución Mexicana. 114 años después, millones de personas marcharon en México reclamando la aparición con vida de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Isidro Burgos, secuestrados el 26 de septiembre.

México: “Fuera Peña”

Centenares de miles responsabilizan al gobierno por el secuestro de los normalistas

 El reclamo por los 43 estudiantes secuestrados y por justicia por los 6 muertos, no sólo no cesa, sino que ha venido creciendo, teniendo como respuesta por parte del gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto, sólo engaños y represión. La “marcha de los 3 puntos al Zócalo” reunió el 20 en la gran plaza de la capital del país a las tres caravanas encabezadas por familiares y compañeros de los estudiantes que habían recorrido México. Cuando centenares de miles se concentraban en el Zócalo, y al grito de “Fuera Peña”, “Fue el Estado”, “Vivos los llevaron, vivos los queremos” quemaron un gran muñeco del presidente, se descargó una durísima represión para desalojar la plaza. El saldo: varios heridos y más de 30 detenidos.
“Son 52 días y no hay resultados, el gobierno sólo juega con los sentimientos de los padres y con el pueblo de México, y ello nos llena de ira y más dolor”, manifestó Felipe de la Cruz, padre de un normalista desaparecido, quien sostuvo que “el Estado quiere cerrar el caso con mentiras, pero no lo vamos a permitir”. Los familiares, en un encendido discurso al culminar la marcha, reclamaron el inicio de “un movimiento nacional que cambie el país”.
    En la marcha de la capital, replicada por decenas en todo el país y en varias capitales del mundo, confluyeron estudiantes, trabajadores, pueblos originarios, gente del pueblo, particularmente jóvenes, que manifiestan su hartazgo con el “narcoestado”. En medio de denuncias de policías de civil infiltrados, los organizadores llamaron desde el palco a marchar “con la cara al frente”, al detectar civiles encapuchados que eran trasladados en camiones del ejército. Ya se ha anunciado otra gran movilización para el 1 de diciembre.
 
¿Por qué tanto ensañamiento con los normalistas?
La Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” fue fundada en 1926, durante el gobierno de Plutarco Elías Calles, como parte de un proyecto de escuelas normales rurales para la educación de los hijos de los campesinos. Varias de estas escuelas fueron liquidadas por los distintos gobiernos, y en la actualidad se mantienen 15, con más de 6 mil alumnos, en su mayoría jóvenes de comunidades rurales pobres. 
Los normalistas de Ayotzinapa tienen una larguísima tradición de lucha, y varios mártires al menos desde la década del ’60. La noche del 26 de septiembre, habían viajado 256 km hasta la ciudad de Iguala para reclamar fondos que les permitieran asistir, en la capital mexicana, a la marcha que cada 2 de octubre se realiza para conmemorar la masacre de Tlatelolco, donde fueron asesinados cientos de estudiantes en 1968. 
La terrible represión desatada la noche del 26 de septiembre, ordenada por el alcalde de Iguala y ejecutada en parte por la policía, y parte por los paramilitares de un grupo narco, es denunciada por centenares de miles como una política de Estado que asola a México desde hace años. Las propias instituciones del gobierno reconocen 26 mil personas desaparecidas y hasta 150 mil asesinatos en México en los últimos 10 años. 
Amnistía Internacional (AI) acusó al presidente de México, Enrique Peña Nieto, de ignorar estas cifras, agregando que “la práctica de tortura se ha elevado en un 600 por ciento”. También afirma AI que el gobierno no investiga las decenas de denuncias de connivencia del Estado con los grupos narcos. “Si se han registrado más de 150 mil muertos y más de 27 mil desaparecidos desde el comienzo de la llamada guerra contra el narcotráfico en 2006, ¿cómo es posible decir que los 43 desaparecidos de Ayotzinapa representan un caso aislado? Más bien los aislados serán los funcionarios que solamente buscan controlar los daños políticos y recomponer su imagen internacional”.
 
Se endurece la lucha
El presidente mexicano Peña Nieto, coherente con la política antinacional y antipopular que viene llevando adelante, entregando el petróleo y privatizando la salud y la educación, amenazó con más represión a los sectores populares que se movilizan reclamando justicia y ubicando al gobierno como principal responsable del secuestro de los estudiantes. “Fuera Peña” es una de las consignas que más se ha extendido en estos dos meses.
Frente a la gigantesca manifestación en el Zócalo el 20 de noviembre –la más grande en décadas según muchos- uno de los normalistas de la Isidro Burgos manifestó: “Hay más personas con nuestro dolor”, “No nos detendremos con la caída de un gobernador, o del presidente. Queremos que caigan todos, si no se subirá otro puerco a la Presidencia”, alertó.
Algunos medios contabilizan marchas y actos en 237 ciudades mexicanas ese día. En la propia capital, antes de la “Triple marcha” hubo enfrentamiento entre estudiantes y policías, cuando quisieron bloquear los accesos al aeropuerto. Otro grupo rebautizó la estación Normal del Metro como ‘Normalistas’. 
En todo el mundo
Al hastío expresado en una de las manifestaciones más grandes de la historia reciente del país, que incluyó paros en al menos 150 universidades públicas y privadas, se sumaron múltiples actividades en todo el mundo, y declaraciones de apoyo a la lucha del pueblo mexicano por parte de personalidades tan diversas como los premios Nobel de la Paz 2014 y 2006, Rubén Blades; Residente, cantante de Calle 13, Amnistía Internacional y hasta el presidente del Banco Mundial. 
Hubo marchas y actos en nuestro país frente a la Embajada de México en Buenos Aires; en el Obelisco, en La Plata, en Salta y otros lugares (ver aparte). Lo mismo ocurrió en muchas ciudades de Brasil, Bolivia, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos (en al menos 43 ciudades), Guatemala, Perú y Uruguay, en el continente americano. En Europa, en media docena de ciudades de Alemania, en Austria, Bélgica, España, Francia, Finlandia, Dinamarca, Holanda, Inglaterra, Islandia, Italia, Noruega, Suecia y Suiza. También se confirmaron manifestaciones en la India, Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia.
Desde nuestro país, redoblaremos las tareas solidarias con la lucha del pueblo mexicano, reclamando con ellos “Vivos los llevaron, vivos los queremos”.  


 

Comunicado de los normalistas
La delincuencia organizada se ha enquistado en el poder 
 
En el inicio de las tres caravanas que confluyeron en la capital mexicana el 20 de noviembre, los estudiantes de la Normal Isidro Burgos emitieron una declaración, de la que reproducimos extractos.
 
Recabar propuestas para elaborar un programa de lucha y de acción que permita transformar las causas que generaron los hechos acontecidos los días 26 y 27 de septiembre
El caso Iguala representa la punta del iceberg de la crisis por la que atraviesa el poder público y el sistema político mexicano. Los partidos políticos y las instituciones han sido permeadas gravemente por la delincuencia organizada que se ha enquistado en las estructuras del poder público.
La inseguridad pública, la corrupción que impera en las instituciones, la impunidad, así como el abandono del campo y la educación pública son causas que generaron las graves violaciones a los derechos humanos perpetradas los días 26 y 27 de septiembre de 2014.
El crimen de lesa humanidad perpetrado en Iguala es muy ilustrativo de la corrupción, la impunidad, la simulación y la represión del Estado contra los movimientos sociales que han decidido alzar la voz y criticar un sistema político y económico que cada día empobrece a las mayorías y enriquece a unos cuantos.

 

Que la muerte de Daniel Solís Gallardo, Julio Cesar Ramírez Nava y Julio Cesar Mondragón Fontes, así como la desaparición de 43 compañeros no sean vano, que sean la semilla que germine forjando un movimiento nacional que conduzca a cambiar las estructuras del poder público