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12 de enero de 2022

Carta de Fiorela Portas, hija del camarada Rubén Portas

Mi papá era un comunista revolucionario

Reproducimos extractos de una carta de Fiorela Portas publicada en su Facebook.

¡Mi papá era un comunista revolucionario y la mejor persona que con mis hermanos conocimos en la vida!

Él era alguien que siempre decía sólo la verdad, amaba ir de frente en la vida porque era una persona llena de amor, ternura, empatía. Entregado totalmente a la causa con un profundo amor hacia nuestro pueblo, hacia todos nosotros y los que faltan por unirse. El No tenía “peros”, ni malos días, siempre estaba cuando se lo necesitaba diciendo “¿Dónde estás?, ya voy… y vemos cómo resolvemos».

Se ganaba el corazón de los compañeros, con los que compartía con su gran sencillez y entrega a la causa revolucionaria. ¡Siempre en la lucha conquistar una mejor realidad en la que haya equidad, techo tierra y trabajo para todos!

Estamos profundamente orgullosos de mi padre y le agradecemos todo el amor con el que nos crió, y con el que hoy nos sostenemos, con recuerdos tan lindos y valiosos con él, nos cuidaba siempre, si enfermábamos ahí estaba haciéndonos el té de limón, si rendía el té tilo, si estábamos con algún conflicto sentimental ahí mirándonos la carita y preguntándonos como estábamos y nos aconsejaba.

Siempre sus enseñanzas y la invitación constante a reflexionar en equipo poniendo siempre por delante la unidad, los acuerdos y un proyecto.

¡Nos enseñó que el futuro que deseamos es posible si nos atrevemos a luchar por él!

Heredamos la fuerza y convicción de ser siempre la mejor versión de nosotros mismos y el amor al otro, aquel con el que construimos otra realidad posible, porque es siempre con otros, solos es imposible.

Eso siempre estuvo muy claro para él, sus experiencias de lucha desde jovencito y su constante estudio de política.

Porque sólo con la práctica no alcanza, hay que estudiar para aprender de las mejores experiencias.

Enfrentó la dictadura, fue secuestrado y encarcelado sin causa por casi cuatro años teniendo a su esposa Mariza y mi hermana Valeria de un año en ese momento esperándolo en casa, a quienes muy poco pudo ver en ese tiempo. El jamás bajó los brazos allí y salió más fortalecido y más convencido que nunca que tenía que contribuir a cambiar esta injusta realidad, no pudieron con él, no lo quebraron, el venció esa batalla.

Él estaba profundamente preocupado por la construcción del Partido y la Juventud, como así también, por la formación, dentro de las organizaciones de nuestros compañeros, quería formar equipos de estudio para aprender a interpretar la política, luchó incansablemente por una organización en la que todos debatamos sin miedo sobre cómo vamos hacer para fortalecer nuestras organizaciones y así construir una herramienta muy poderosa, inquebrantable, lúcida, empática que vaya siempre para delante… y que es en unidad, siempre en unidad, con otras organizaciones como vamos a ir forjando en serio el futuro por él que nunca claudicó, uno mucho más justo en donde sea el pueblo el que gobierne para el pueblo, él sabía que es posible.

Es por esta razón que él trabajó la unidad de los trabajadores desocupados de la CCC, los precarizados, los obreros rurales, la federación campesina, los pueblos originarios y en el último tiempo también contribuyó en la construcción dentro de nuestra organización del movimiento de mujeres, la otra mitad del cielo como decía Mao, y con quienes Rubén tenía la gran preocupación de mantener la unidad. Era un gran forjador de unidad.

¡Sostengamos contra viento y marea esta unidad por la que tanto trabajó, que sea su mensaje una bandera, un faro para avanzar!

¡Hasta la Victoria siempre papá!

Tus hijos

Hoy N° 1896  12/01/2022