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27 de octubre de 2024

Sobre la privatización del Belgrano Cargas

Mienten para vendernos, tergiversan para entregarnos

El gobierno de Milei y sus laderos anunciaron esta semana la privatización del Belgrano Cargas y Logística S.A. tal como figura en la Ley Bases. De boca de Adorni y con un comunicado oficial plagado de falacias, dicen que es deficitario, que representó un gasto de 112 millones de dólares en 2023, que opera 7.600 km de vías, que las distancias medias que recorre son de 500 km, que el tonelaje movilizado es el mismo hace 15 años y que tiene más empleados que los que “debería”, etc. Mienten de manera descarada.

Hoy Trenes Argentinos Carga (con los ramales Belgrano, Urquiza y San Martín) transporta 8.418.271 de toneladas anuales representando el 38% de la carga total movilizada en trenes, en 17 provincias y 5 fronteras nacionales. Hace 15 años, en 2008, previo a la estatización de 2013, los 3 ramales solo transportaban 2.144.165 de toneladas. Administra 9.100 Km de vías con distancia media promedio de 700 Km, y reportó ingresos el pasado año por $34.651.140.000 equivalente en dólares a u$115.503.800 (115 millones de dólares).  La planta era de 4624 empleados en diciembre 2015, pasaron a 4641 en diciembre del 2023. Apenas 17 trabajadores más en 8 años. Estos datos están expresados claramente en la página oficial del ministerio de Economía.( https://www.argentina.gob.ar/transporte/cnrt/estadisticas-ferroviarias)

Algo que el mismo gobierno ya había reconocido en el comunicado difundido por la Secretaría de Transporte bajo la órbita del ministerio de Economía donde aseveraba: “la carguera logró reducir significativamente el déficit  acercándose al equilibrio operativo en julio de 2024” donde se atribuía la mejora a “el resultado de una renegociación de tarifas, a la reducción de costos y a inversiones privadas para mejorar la infraestructura”. Negociaciones que venían de la gestión anterior pero que se ultimaron este año.

Cabe recordar hablando de las líneas de cargas que hay 13.050 km de vías en manos de privados, con concesiones vencidas, otorgadas en el gobierno menemista en 1992 y prorrogadas en el 2023, que están en estas tres empresas con diferente ganancia de costo de flete: Aceitera General Deheza (AGD) con el Nuevo Central Argentino, el Ferrosur con Loma Negra-Camargo Correa y Ferroexpreso Pampeano en manos de Techint. Que utilizan las vías y el material rodante estatal con subsidio. Con lo nuestro y con la nuestra, mueven sus productos a sus puertas de carga, incluso subsidiamos extensiones de vías a sus propios muelles. Esos monopolios son los grandes ganadores de la privatización y del aumento de la producción agropecuaria, petrolera y de minerales con sus inmensas ganancias.

Las frases de Milei, Adorni y Sturzenegger de que “se privatizará todo lo que pueda ser privatizado” nos hacen viajar hacia el pasado del gobierno de Menem hace 30 años. Esas políticas privatizadoras implicaron para el ferrocarril el descalabro del sistema, el despido de 90 mil trabajadores ferroviarios, la desconexión y abandono de 800 pueblos, la pérdida de 20 mil kilómetros de vías y el desguace del material rodante acumulado para el país durante décadas con industria nacional y 37 talleres ferroviarios con obreros, técnicos e ingenieros especializados.

Pero además, la privatización de los trenes llevó el 22 de febrero del 2012 a la Masacre de Once, porque a los monopolios solo les interesa llevarse las mayores ganancias sin importar la vida de los pasajeros. Ya tuvimos como antecedente este año el accidente del Tren San Martin, que de casualidad no terminó en tragedia. El gobierno declaró allí la emergencia ferroviaria, y con esos fondos instrumentó despidos y retiros voluntarios.

 

Pero que está detrás del discurso y de esa política canalla?

El jueves 24, entreguistas del gobierno se reunieron en la Bolsa de Comercio de Rosario para terminar de cerrar el negocio. Plantean 7 concesionarios, 1 por cada línea: el Belgrano, Urquiza, San Martin, otro por el material rodante (trenes y locomotoras), talleres, vías y por último playas. O sea, un desguace total del sistema.

El viernes 25, salió publicado en el boletín oficial un decreto que inicia con la frase  “procedimiento de enajenación”, pone en venta los terrenos ferroviarios a lo largo y ancho del país, que hasta lo que sabemos a estas horas incluye más de 275 hectáreas en Santa Fe y otras 100 en Haedo en el conurbano bonaerense. Albergan entre otras cosas relevantes ni más ni menos que los talleres ferroviarios de la línea Sarmiento.

Vender todo lo posible empezando por los terrenos, con los talleres, el material rodante y entregar la exclusividad de vía para el “monopolio concesionario”, en esta lógica sobra decir que los trabajadores están de más. En venta todo!

Ya el 2 de octubre el gobierno anarco-colonialista se vanagloriaba de cerrar  Trenes Argentinos Capital Humano (DECAHF), despidiendo 1.400 trabajadores que entre otras cosas se encargaban de la formación de los trabajadores, la organización y asesoría de la asistencia técnica, la gestión de los recursos humanos y el mantenimiento de las estaciones, tenía a su cargo archivos históricos, el Centro Nacional de Capacitación Ferroviaria y el Museo Nacional Ferroviario.

En este objetivo de destruir tienen que empezar por la memoria. Que no se sepa nunca que esta patria tras la nacionalización en 1948 tuvo los ferrocarriles más desarrollados de América Latina con 42.000 km de vía uniendo 23 provincias y 540 millones de pasajeros. Hoy solo tiene 23.000 km y escasos 211 millones de pasajeros hacinados,  pagando un boleto carísimo 60 años después, fruto de las políticas privatistas y vende patria.

 

Vienen por todo. Nosotros también!

Está claro que detrás de la entrega del Belgrano Cargas está el negocio multimillonario  de la verdadera casta de la Argentina. Los monopolios imperialistas y las bandas oligárquicas que saquean a nuestro país. Concentradas en la pampa húmeda con nombres propios en la Bolsa de Comercio de Rosario acechan detrás del medio de transporte más rentable en el mundo, el ferrocarril.

Mientras en el mundo se dedica de 0.5 a 1.2 % del PBI para el transporte ferroviario, la Argentina en tiempos de Milei solo aporta el 0.2 %. Es redundante hablar del papel del estado en el transporte ferroviario a nivel mundial. Para muestra vale la experiencia de los piratas ingleses que tuvieron que estatizar su ferrocarril por la deficiencia y decadencia que representaban los privados a las arcas estatales y a la calidad de servicio de los usuarios. Además está claramente demostrada la superioridad de la eficiencia del ferrocarril en términos ecológicos y energéticos.

Los perdedores de esta política de entrega somos los trabajadores, los usuarios, las economías regionales, la Soberanía del país. Se pierden fuentes de trabajo, se pierde especialización y carrera laboral, se encarece el transporte en general y eso se traduce en el aumento de precios. Viajar de manera segura y eficiente se vuelve una quimera sin un sistema ferroviario público integrado donde la carga reintegre ganancias para sostener al de pasajeros. Los gastos de movilidad de las fuerzas de trabajo y la movilidad de la producción, claramente no se resuelven pagando más caro el boleto.

No hay ninguna duda que no solo el Belgrano Cargas no es deficitario sino que reviste un negocio fenomenal a los monopolios que se lo queden en detrimento de las economías regionales, los pequeños productores, los trabajadores, los usuarios y la soberanía nacional.

Como se planteó la semana pasada en el Plenario de la  Multisectorial del Oeste “hay que salir del nicho y dejar las mezquindades, las cositas individuales y pelear juntos por las causas estratégicas”. El ferrocarril es una de ellas.

Urge impedir esta entrega, este robo al pueblo y a la patria, uniendo a todos los sectores populares en la denuncia y la movilización, como plantea la Red Nacional por la Recuperación y el Desarrollo de los Ferrocarriles. En el camino de derrotar esta política y recuperar los trenes con un sistema ferroviario nacional integrado, en manos del Estado, con control de sus trabajadores y usuarios, y con un  desarrollo industrial independiente.

 

Comité del PCR Zona Oeste